El 20 de noviembre de 2021 se llevó a cabo la Marcha por la Memoria Trans, misma que fue reprimida por la Policía de CDMX a pesar de la presencia de menores de edad. Homosensual estuvo presente para documentar las violaciones a derechos humanos por parte del Gobierno de Claudia Sheinbaum.
Como cada año, colectivos transfeministas, activistas LGBT+ y grupos en defensa de las infancias y adolescencias trans de CDMX se organizaron para realizar la Marcha por la Memoria Trans, manifestación pacífica que fue severamente vulnerada por la Policía y el Gobierno capitalino encabezado por Claudia Sheinbaum Pardo.
Si bien las agresiones por parte de las y los uniformados no son un caso aislado ni novedoso, la intervención de los elementos de la Secretaría de Seguridad Ciudadana de CDMX (SSC) puso en peligro la integridad física y emocional de niños y niñas trans.
Mientras en el Zócalo el presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, hablaba sobre la Revolución, en las inmediaciones de San Cosme y Santa María la Ribera personas trans, no binarias, familiares de infancias trans, aliados, aliadas y periodistas fuimos testigos de la hipocresía y la simulación institucional.
El derecho a la protesta en la ‘ciudad de derechos’
La entidad con la primera Unidad de Salud Integral para Personas Trans y con un Congreso que ha propuesto políticas inclusivas es también el espacio en el que la Policía agredió físicamente a une de les compañeres mientras le quitaban su bandera del orgullo no binario.
La jefa de Gobierno, que se dio palmadas en la espalda por emitir el decreto por las adolescencias trans, fue la misma que guardó silencio ante las lágrimas de infancias que sintieron pánico al ver el encapsulamiento y las emisiones de gas.
Por más veces que el presidente y su gabinete mastiquen las palabras ‘libertad’, ‘revolución’ y ‘lucha’, a la comunidad LGBT+ no se le va a olvidar que en este país solo un sector de la población tiene derecho a manifestarse de manera segura: los antiderechos.
Hagamos un ejercicio de memoria: ¿A cuántos colectivos que actúan a partir del discurso de odio se les ha amenazado con un extintor? ¿Cuántos pañuelos celestes ha arrebatado la Policía? ¿A cuántas personas que nos gritan «pinche puto, marica, lencha, desviado y pervertido» se les ha levantado una carpeta de investigación por daño moral? Nuestra respuesta se queda en un nudo en la garganta.
¿Alguien escuchó o leyó que los grupos antiderechos se pronunciaran por el bienestar de las infancias amedrentadas por la Policía de la capital?
Este texto es, esencialmente, una denuncia al Gobierno de la capital. Sin embargo, la exposición de una postura hipócrita y a conveniencia no es únicamente de Claudia Sheinbaum, el presidente o los partidos. También es un llamado a todas esas personas que cada que se habla de matrimonio igualitario y familias diversas salen a las calles bajo el grito: «Con los niños no».
Si el bienestar de las infancias les preocupa tanto, ¿dónde estaban cuando las filas de las Ateneas les pisaban los talones a niños y niñas no mayores de 13 años? La mayoría de las y los representantes de la política formal fingen demencia. Ni a la comunidad LGBT+, ni a familiares, ni periodistas se nos va a olvidar que en el Día de la Remembranza Trans personas a las que les dimos confianza a través del sufragio nos recordaron sus políticas represivas. MIRA OTRAS REPRESIONES A ACTIVISTAS LGBT+ HECHAS POR EL GOBIERNO DE CLAUDIA SHEINBAUM.
A las autoridades les incomoda más que luchemos por una vida digna que la violencia que nos atraviesa a diario. Con todo y su eslogan turístico, en la ‘ciudad de derechos’ se reprime, agrede sexualmente, encapsula y ejerce la violencia a través de la fiscalización de las corporeidades e identidades.
Crianzas colectivas contra el abandono de infancias por transfobia
El 18 de noviembre de 2021, La Tianguis Disidente hizo público el recorrido de la Marcha por la Memoria Trans en CDMX. El punto de reunión era en la calle Puente de Alvarado. Aun con toda la furia y el dolor que nos cruzan, desde el principio se aclaró que la movilización sería pacífica. También se solicitó que los medios de comunicación se apegaran al protocolo diseñado por el equipo de organización. Una de las razones por las que se tomaron estas medidas fue la presencia de infancias.
A la salida del Metro Revolución se encontraba Karina Álvarez, quien es madre de César, un niño trans que aprovecha su canal de YouTube para apoyar a gente como él. Así como otros integrantes de la Asociación por las Infancias Transgénero, Karina reivindica «una maternidad colectiva».
El día de la Marcha por la Memoria Trans en CDMX llevaba una playera con la leyenda: «Si tus padres no aceptan tu identidad, soy tu mamá ahora». Mientras fotógrafos y reporteros firmaban el acuerdo para la cobertura, Karina confirmó que en nuestro país no todas las infancias trans cuentan con el apoyo de sus seres queridos. «Es muy doloroso que muches chiques te pidan que les adoptes porque los rechazan en sus casas», introduce. «Casi siempre conocemos la palabra ‘transgénero’ por lo que nos venden los medios», continúa.
Desde la perspectiva de Karina, así como de personas aliadas a las que nos acercamos, los prejuicios que se dictan por parte de los canales de comunicación incentivan a que «las personas trans sigan siendo narradas desde la ridiculización». CHECA NUESTRA GUÍA PARA HABLAR DE LAS PERSONAS TRANS EN MEDIOS DE COMUNICACIÓN.
Los motivos que llevaron a las infancias a participar en la Marcha por la Memoria Trans en CDMX
La protesta es la organización de la rabia y las sensibilidades que queremos reconquistar. Las infancias presentes ese 20 de noviembre de 2021 fueron muestra de ello. Varias evitan hablar de su contexto familiar directo. Prefieren luchar por una vida digna al lado de sus amistades.
En comparación con movilizaciones como la del Orgullo o las del 8M, los grupos de niños, niñas y adolescentes trans suelen ser más pequeños. «Es porque apenas nos estamos dando cuenta de que no estamos soles», mencionó une joven que se identifica como persona no binaria. «Y eso es algo raro y contradictorio», comentó uno de los amigos que le acompañaban. «Todes hemos experimentado algún caso de discriminación por orientación sexual o identidad de género», complementó une adolescente queer que lleva la bandera LGBT+ atada a la mochila.
Consignas de las infancias
Al otro lado de la esquina se encontraba un grupo de también 3 amigues. Les guiaba una mujer adulta. Era tía de une de elles. Mientras les chiques conversaban con Homosensual sobre lo entusiasmades que se sentían por ir a su primera Marcha de la Memoria Trans, la mujer al cuidado sostenía con orgullo el letrero que habían hecho unas horas antes. «Pregunta por mis pronombres, no por mis genitales», se alcanzaba a leer.
Reencontrarse con las infancias implica nombrar a quienes han sido parte de nuestra red de apoyo. Nos regresa a los lugares que, por la rabia, hemos llegado a olvidar. Las infancias se organizan y fluctúan entre todas las emociones que nos recorren el cuerpo al momento de reconocernos públicamente. «En realidad no puedo decir qué espero, pero estoy muy segura de los motivos que tengo para estar aquí», platicó una niña de 13 años que acaba de salir del clóset con su madre y padre. CONOCE LA CRONOLOGÍA DE LA LUCHA POR LAS INFANCIAS TRANS EN MÉXICO.
¿Qué buscan al recorrer las calles?
En un inicio, esa fue la protesta de niños, niñas y niñes: ser felices y creer en las posibilidades de construir un futuro menos hostil. Al igual que quienes nos acercamos a la década de los 30, las infancias trans tienen claro que la lucha no se agota en la toma de espacios.
Así como nosotres, quieren mutar en quimeras para hacer que este sistema colapse. «Somos la representación de la fuerza», sostuvo une joven no binarie. «A través de los espacios [es] que se da visibilidad, pero también debemos prestar atención a la violencia sistemática», continuó.
Les niñes y adolescentes saben que algo se está moviendo. Escuchan que se habla de un grupo de personas «que rebasa los 20 años y se hace llamar La Tianguis». Para las generaciones jóvenes, la verdad no es solo lo que se habla en la familia o la escuela.
Encuentran versiones que «se metieron al clóset y es momento de que se les saque». Por eso se sienten orgulloses de tomarse de las manos de sus amigues o madres adoptivas para decirles a las demás personas que «sean elles mismes, aunque se los prohíban».
«No fueran niñas desaparecidas, feminicidios, hombres trans violados y chicas trans asesinadas porque ahí sí no hacen ni madres, ¿verdad?»: una de las principales confrontaciones que se hizo a la Policía de CDMX en la Marcha por la Memoria Trans
Tras dar las instrucciones para garantizar la seguridad de las infancias y personas en contextos de vulnerabilidad, La Tianguis Disidente lanzó la consigna «¡Aquí está la resistencia trans!» y se dio el paso a medios de comunicación. Tan pronto se empezó a exigir justicia por las víctimas de transfeminicidio, integrantes del grupo Atenea —facción de la SSC que se nos ha querido vender como ‘feminista’— se replegaron a los costados e interrumpieron el recorrido.
La bulla no tardó en volverse parte de los pitidos de automovilistas que gritaron: «Mejor pónganse a trabajar en lugar de estar con sus desmadres». Los insultos y las miradas de consternación de las y los comensales de Burger King pasaron a segundo plano cuando las policías mostraron indiferencia por el caso de Paola Buenrostro.
Para romper con el primer encapsulamiento, el bloque de seguridad —entre elles una capucha color violeta con el bordado de la palabra «jotx»— se interpuso entre las Ateneas y quienes asistían. Algunas personas actuaron desde la voz y otras desde el aerosol. Mientras las y los transeúntes miraban desconcertados (como si la represión policial fuera algo extraordinario en nuestro país), el acuerpamiento logró romper la doble fila de las policías.
Las infancias no alcanzaron a escuchar el pronunciamiento de La Tianguis
Quienes pudieron, aceleraron el paso. Las infancias y sus familiares se quedaron atrás. Une de les pequeñes empezó a presentar malestares físicos. Quienes iban por su cuenta decidieron resguardarse en el camellón. Desde ahí alcanzaron a ver el gas que salió de los extintores que movilización con movilización la SSC y la propia Claudia Sheinbaum niegan ocupar.
A la par de las negativas que recibimos medios de comunicación para incorporarnos al colectivo, les niñes escucharon el mismo mensaje que los demás miembros de la diversidad: no hay lugar para ustedes. Fue a la fotoperiodista Quetzalli Nicte Ha a la que le tocó escuchar el grito de una de las madres: «Ya sufren suficiente discriminación por ser trans para que todavía les hagan esto, déjenlos marchar por sus derechos».
Los ataques de la policía están generando pánico y enojo entre los, las y les asistentes a la Marcha por la #MemoriaTrans en CDMX. Esta es una marcha pacífica donde también hay infancias trans. pic.twitter.com/PJr4DX3aFV
— Homosensual 🏳️🌈 🏳️⚧️ (@SoyHomosensual) November 20, 2021
El momento que nos fracturó en la Marcha por la Memoria Trans en CDMX
La frustración nos atravesó a quienes asistimos a la marcha y cada quien se obligó a expresarla o reservarla de la forma en la que creyó más conveniente. Las madres y sus hijes decidieron no continuar con el recorrido. Les niñes se sentaron en el camellón y esperaron a que su cuerpo nombrara lo que elles no pudieron. A une de les menores le apartaron de la calle en brazos. A 2 de elles, las periodistas les abrazamos, dimos agua y enseñamos ejercicios de relajación. Si nos preguntan cómo es posible continuar con el trabajo después de eso, no tenemos la respuesta.
Llegamos a Glorieta de los Insurgentes, espacio en el que atacaron a integrantes de La Tianguis el 23 de septiembre de 2021. En esa fecha, la locación estuvo rodeada de policías mientras se amedrentó a personas que hacen pruebas gratuitas de VIH. Es el mismo lugar que quieren convertir en un paseo turístico.
La Marcha por la #MemoriaTrans es pacífica, @Claudiashein. Vamos a responder sus golpes, intimidaciones y bombas de gas con baile. 🏳️⚧️✊ Las personas asistentes seguimos encapsuladas por la policía, no nos dejan avanzar. pic.twitter.com/B3vFIWlj4j
— Homosensual 🏳️🌈 🏳️⚧️ (@SoyHomosensual) November 20, 2021
Vamos a regresar a tomar los espacios que nos pertenecen
¿Nos faltaron lágrimas, voz y energía para expresar nuestra indignación? Claro que sí. Tras casi 2 horas de estar encapsulades y denunciar la impunidad que ahoga a nuestro país, quienes logramos presenciar la destrucción de uno de los escudos de la Policía traíamos un nudo en la garganta que iba más allá de la deshidratación y el malestar físico.
A La Tianguis, activistas, familiares y periodistas nos quebró el hecho de que las infancias no pudieron escuchar nuestra promesa de luchar junto a ellas. Por más que año con año Claudia Sheinbaum y el resto del Gobierno de la capital decoren sus edificios con las banderas del orgullo, ese nudo en la garganta no se nos va a olvidar.
Pero no será permanente. Vamos a volver a salir para denunciar cómo funciona la política capitalina. Claudia Sheinbaum y su equipo se congratularon y posaron en las fotos del decreto por las adolescencias trans, política que, por cierto, está a medias.
«Hoy, nos reunimos en este espacio de resistencia (@LaTianguis) en memoria de las personas trans y no binarias, asesinadas». #MemoriaTrans pic.twitter.com/GWo4cl544D
— Homosensual 🏳️🌈 🏳️⚧️ (@SoyHomosensual) November 20, 2021
Un día después de que se nos invitó al recorrido de la Unidad de Salud Integral para Personas Trans se enviaron a fuerzas de ‘seguridad’ para reprimir una marcha pacífica. Mientras el presidente y sus allegados hablaban de un país ‘progresista’, a unos cuantos kilómetros se vulneró el derecho a la libertad de expresión, integridad y no discriminación de las infancias. De las agresiones contra la prensa y las burlas en razón de orientación sexual e identidad de género luego hablamos.