jueves, abril 25, 2024

Cómo mi papá se convirtió en ‘defensor’ LGBTQ+

Hoy, mi papá es defensor de la comunidad LGBTQ+, pero no siempre fue así. De hecho, el camino recorrido es bastante interesante y vale la pena compartirlo.

Mi papá, como la mayoría de lxs baby boomers, creció en un mundo y un México machista, homofóbico y desinformado. Hoy, mi papá es defensor de las personas LGBTQ+, no solo por el hecho de tener una hija lesbiana —o sea, yo—, sino porque a través de los años ha aprendido muchas cosas. Así fue como se fue abriendo su panorama.

Cuando mi papá ––a quien llamaremos Mr. Drone en esta historia porque construye y vuela drones from scratch— era chiquito, las lesbianas, gays, bisexuales —y ni se diga los demás miembros de la comunidad de la diversidad sexual— simplemente no existíamos.

O sea, sí existíamos, pero no para la mayoría de la sociedad. En ese entonces (1950-1960), la comunidad LGBTQ+ todavía se movía en las sombras, en las noches, con cuidado y ‘lejos’. El ‘no llamar la atención’ y permanecer ‘en secreto’ parecía ser una especie de ‘regla’ invisible.

’40 y zafo’

En Homosensual hemos publicado varios artículos que hablan del famoso baile de los 41. Y, recientemente, mientras platicaba con mi familia a la hora de la comida, les pregunté a mi mamá y papá si sabían la historia del primer ‘fiestón gay’ de México.

El baile de los 41: la primera fiesta gay mexicana

Aunque pensé que al menos tendrían una idea, para mi sorpresa, la respuesta fue «no». Entonces, se las conté. Noté que mi papá fruncía el ceño y movía los ojos, como si intentara recordar algo. Una vez que terminé la historia, Mr. Drone me dijo: «¡41! Por eso ’40 y zafo».

Pues resulta que, después de más de 50 años, mi Pa pudo entender el origen de la expresión «40 y zafo», misma que escuchó una y otra vez a lo largo de su infancia, adolescencia e incluso de adulto.

Me contó que esta frase se utilizaba con mucha frecuencia. Sobre todo entre amigos e incluso los profesores de su colegio ‘de varones’ y liderado por sacerdotes porque así era antes: las mujeres iban a escuelas ‘de mujeres’ con monjas y los hombres a escuelas ‘de hombres’ con sacerdotes.

Al pasar lista, los profesores siempre evitaban decir el número 41, entonces decían: «¡40 y zafo!». Mi papá nunca entendió por qué… hasta ahora. 

Evidentemente, era una manera de decir ‘zafo ser homosexual’, porque durante muchos años el número 41 fue motivo de burla. Era el equivalente a ser homosexual y ¡claro que nadie quería ser homosexual! Ew! 

La representación de los 41 maricones en la cultura mexicana

‘Joto’, ‘puto’ y ‘maricón’

Mr. Drone escuchó e incluso repitió palabras como ‘joto’, ‘puto’ y ‘maricón’. Estas eran las únicas palabras designadas para referirse a los homosexuales. Lo más curioso es que mi papá ni siquiera sabía lo que era un homosexual.

¿Cuál es el origen de la palabra ‘joto’?

Para él, los términos ‘joto’, ‘puto’ y ‘maricón’ se traducían en ‘cobarde’. Si no hacías tal cosa, eras ‘joto’. Si no te atrevías a… eras ‘puto’. And so on. Ya si querías ser un poco más polite, podías utilizar palabras como ‘afeminado’.

Mi papá jamás relacionó estas horribles expresiones con ‘un hombre al que le gustan otros hombres’ porque ¡eso no existía! 

Era un México con una completa desinformación y sobre todo invisibilización ante estos temas. Entonces, ‘nadie conocía a alguien homosexual’. Y si sí… uy, eso no se hablaba.

Tío Rich

Eran ocho hermanos. Ya saben, antes era así… familias numerosas. Seis hombres, dos mujeres. Mi papá se dio cuenta de que a los hombres les podían gustar otros hombres el día en que, tratando de robarle un poco de loción a uno de sus hermanos (mi tío Rich), encontró una revista de hombres encuerados en su clóset.

Claro que como Mr. Drone estaba cometiendo un crimen gravísimo —abrir el clóset de su hermano a pesar de que estaba cerrado bajo llave—, lo que hizo fue regresar la revista a su lugar y tratar de olvidar con lo que se topó por andar de ladroncillo.

Por supuesto que no pudo ‘olvidar’ o borrar ese gran descubrimiento, pero jamás se atrevió a preguntar. ¡Y vaya que tenía muchas dudas! Mi papá no podía convertirse en defensor de lxs LGBTQ+ si ni siquiera sabía lo que significaba.

Cosas ‘de hombres’

El Tío Rich nunca salió del clóset formalmente. Todos sabíamos que era gay, pero era un tema que no se hablaba. Y si sí, siempre fue ‘bajita la mano’. Me puedo imaginar lo difícil que fue para mi tío crecer en un entorno en el que todos sus hermanos siempre hicieron ‘cosas de hombres’.

Deportes, cacería (ya sé, ni me digan), siempre hablar de ‘pedos, caca y eructos’. Porque eso ‘es de hombres’. Tío Rich hizo todas esas cosas durante muchos años, pero en cuanto pudo… se fue. Vivió en Sudamérica un buen rato y después se fue a Estados Unidos.

Vivió el resto de su vida allá (y se nacionalizó), en Atlanta. Con Rick, su pareja. Ya sé, Rich y Rick ❤. ¿Saben? Yo nunca conocí a Rick, a pesar de que mi tío venía tooodos los años en diciembre. Nunca trajo a Rick. Pero esa es otra historia.

Tío Rich murió el año pasado y nunca olvidaré las pláticas que tuvimos de ‘cosas gays‘ y cómo me dijo que estaba feliz de que yo también fuera «de su equipo». 

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Hice este dibujo de mi Tío Rich cuando murió.

Tengo una hija lencha

Mr. Drone nunca fue homofóbico, simplemente era un hombre desinformado. Sabemos que antes no había tanta información y no existía una razón por la cual mi papá debiera ser ‘defensor’ de lxs LGBTQ+, hasta que… surprise! Su hija salió del clóset.

Miedos comunes que enfrentamos al salir del clóset

Mis papás me sacaron del clóset. O bueno, al menos lo intentaron en varias ocasiones antes de que yo lo hiciera formalmente. Me encantaría que todxs mis hermanxs LGBTQ+ tuvieran la misma suerte que yo tuve, la misma aceptación, apoyo y amor incondicional.

Fue en 2005. Me acuerdo perfecto porque el destino de las vacaciones familiares de diciembre fue, obviamente, San Francisco, la meca de la homosexualidad.

Cuando fuimos a Castro —el barrio LGBTQ+ de San Francisco—, además de comprar banderitas de arcoíris y pines que decían I’m proud of my gay daughter en la primera tienda de souvenirs que nos topamos, Mr. Drone se sintió muy halagado cuando un hombre ‘le tiró la onda’ en Starbucks. 

Mr. Drone ama las películas de Liam Neeson. To-do de Liam Neeson, es su crush. Y por supuesto que siempre lo traemos ‘de bajada’ con eso. Cada que se estrena una peli de ‘su novio’ Liam, obvio lo acompañamos. Y hasta él lo ha dicho: «Mi novio, Liam Neeson».

Su amigui, la drag queen

Mi mamá y yo somos megafans de RuPaul’s Drag Race. Y cuando digo megafans, es en serio. Hemos visto to-das y cada una de las temporadas. Mr. Drone sintió curiosidad al ver que nos encantaba este show, entonces… why not? Lo hemos invitado en varias ocasiones a verlo.

Los lip syncs más legendarios de RuPaul’s Drag Race

En realidad, mi papá no entendía bien el arte del drag hasta que vio Drag Race. «Es que son todas unas artistas», dijo una de las primeras veces que vio a las queens en acción. Refiriéndose a ellas en femenino, como debe ser. Me enorgullece saber que le he enseñado bien a mi padawan.

Pues resulta que yo no tengo amigas drag queens, pero ¿saben quién sí? Mi papá. Un compañero de trabajo salió del clóset con él y, además, le contó que hacía drag shows por las noches.

¿Saben qué hizo mi papá? Escuchó toda la historia con atención para después venir a presumirme que él tiene una amiga drag queen y yo no. «A ver cuándo vamos a uno de sus shows», me dijo. Aquí fue cuando me empecé a dar cuenta de que —poco a poco— mi papá se estaba convirtiendo en defensor de lxs LGBTQ+.

Defensor de la comunidad LGBTQ+

No es el hecho de haber tenido un hermano gay y tener una hija lesbiana. Tampoco es ‘defensor’ de la comunidad por tener una amiga drag y ver Drag Race y Queer Eye (sí, también le gusta) o pedirme que le haga su avatar para la Marcha Virtual del Orgullo.

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Este es el avatar de la Marcha Virtual del Orgullo que le ayudé a hacer a mi papá este 2020.

Aunque estas acciones —al menos para mí— son importantes, lo que realmente convierte a mi papá en un aliado es el hecho de esparcir lo que ha aprendido. El ‘educar’ a otros que crecieron bajo la misma desinformación, machismo y homofobia.

Mi papá se convirtió en defensor de la comunidad LGBTQ+ en el momento en el que ‘no le dio risa’ ese video homofóbico que mandaron en su grupo de amigos de WhatsApp. Mi papá es defensor y aliado de nuestra comunidad cada vez que se detiene a pensar si lo que va a decir o el término que va a utilizar es correcto.

Ondear la bandera LGBT+ no te convierte en aliado

Es aliado en el momento en el que, en vez de ‘dejarlo pasar’, se toma el tiempo de explicar por qué ‘equis’ comentario o expresión es hiriente para las personas LGBTQ+. 

Desaprender las cosas que nos enseñaron y repitieron tanto desde pequeños no es una tarea fácil, pero mi papá tiene 64 años y, aunque todavía sigue aprendiendo (nunca dejamos de hacerlo), me llena de orgullo poder escribir un post para contar la journey de mi Pa.

Guía: ¿Cómo ser un buen aliado de los LGBT+?

Esta fue la historia de cómo mi papá, mundialmente reconocido como Mr. Drone, se fue transformando para llegar a ser un aliado LGBTQ+. The end.

Ana Sierra Arzuffi
Ana Sierra Arzuffi
Escribí un libro. Hago de todo y si no sé hacerlo, lo aprendo. Mi animal favorito es la capibara, que es como un cuyo gigante <3. También tatúo, dibujo, esculpo, cuento historias, tengo un blog de Salud Mental. Les digo, hago de todo. Odio las pasas y tomo demasiado café.

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