Dos sujetos acribillaron a la activista trans Scarleth Cambell Cáceres mientras ejercía el trabajo sexual en Tegucigalpa, Honduras.
A sus 22 años, Scarleth Cambell Cáceres ya era una activista trans reconocida en Honduras. Se desempeñaba como secretaria de la organización Muñecas Arcoíris hasta el pasado 10 de junio, cuando fue asesinada a balazos.
Scarleth se encontraba en un lugar conocido como El Arboito en el barrio La Plazuela de Tegucigalpa. Entre las 7:30 y 8:30 de la noche, dos sujetos arribaron al lugar a bordo de un vehículo gris sin placas y abrieron fuego en su contra. Ella recibió tres disparos en la espalda, mientras que una de sus compañeras resultó herida en la mano. En el lugar se encontraban otras seis trabajadoras sexuales trans.
De acuerdo con el portal de noticias Agencia Presentes, la ambulancia tardó 25 minutos en llegar al lugar. Posteriormente, Scarleth falleció durante el traslado al hospital.
Violencia contra la comunidad LGBTQ+ en Honduras
Con el caso de la activista trans Scarleth Cambell ya son 12 las personas de la comunidad LGBTQ+ asesinadas en Honduras en lo que va del año. De acuerdo con la organización Cattrachas, que monitorea los crímenes de odio en el país, cinco de las víctimas son hombres gays, otra es una mujer lesbiana y el resto son mujeres trans.
En este caso, los compañeros de Scarleth en la organización Arcoíris consideran que el crimen pudo estar relacionado con su identidad de género o con su activismo. Así lo aseguró la también activista Donny Reyes entrevistada por Agencia Presentes:
«Creemos que fue por haber asumido su propio rol como persona trans, por su identidad, por asumir un papel organizativo dentro de un espacio como Muñecas de Arcoíris donde funcionaba como secretaria, voluntaria y activista. Ella era la que alertaba las situaciones de peligro».
Por lo anterior, la Organización de las Naciones Unidas (ONU) pidió al Gobierno de Honduras investigar el caso de la activista trans Scarleth Cambell. Asimismo, pidió que se investigue la hipótesis del crimen basado en disciminación o prejuicios por la identidad de género de la víctima.
#OACNUDH condena la muerte violenta de la mujer trans Scarleth Cambell ocurrida el día 10 de julio en Tegucigalpa. pic.twitter.com/0bsKjklvfH
— OACNUDH Honduras (@OACNUDHHN) July 11, 2020
Violencia post mortem contra la población trans
De acuerdo con el diario En Alta Voz, el de Scarleth es el quinto asesinato violento de una mujer trans durante la pandemia en Honduras.
Las mujeres trans, sobre todo las que ejercen el trabajo sexual, suelen ser las más vulnerables ante la contingencia sanitaria. El confinamiento les arrebata su espacio de trabajo y la posibilidad de obtener ingresos. A ello, se suma la transfobia.
Pero, por otro lado, la violencia contra las mujeres trans suele prolongarse hasta después de su muerte debido a que se les niega el derecho al reconocimiento de su identidad de género.
De acuerdo con Agencia Presentes, un policía hondureño reportó el crimen contra la activista trans Scarleth Cambell como «la muerte de un muchacho homosexual». Además, la prensa local utilizó el anterior nombre de la víctima para referirse a ella.
Por desgracia, el caso de la activista Scarleth Cambell es un ejemplo más de la violencia física, jurídica y mediática contra las mujeres trans en América Latina.
Con información de Agencia Presentes y En Alta Voz