El queer coding es una de las prácticas más curiosas de los medios para hacer representación LGBT+ por debajo del agua.
Hubo una época en la que los personajes de las películas y las series no podían ser abiertamente LGBT+, por eso existía el queer coding.
Este término lleva décadas usándose en los medios de comunicación. Sobre todo para referirse a personajes que no son abiertamente miembros de nuestra comunidad, pero que ciertos detalles de su entorno y personalidad nos dicen que sí lo son.
¿Qué significa el término ‘queer coding’?
El queer coding tomó popularidad después de que varios famosos villanos de algunos clásicos de Disney fueran designados así. Esta situación ha llevado tanto a la academia como a la opinión pública a tener un debate sobre los efectos adversos y positivos de esta práctica.
Un poco de historia
Antes de que existiera el queer coding, en los años 30, Hollywood era un lugar muy diferente a como lo conocemos. Estaba lleno de estrellas de cine y grandes producciones, pero también de censura y prejuicios.
Fue por eso que en 1929, Martin Quigley y Daniel A. Lord crearon una serie de estándares para ‘proteger’ a las audiencias jóvenes de los efectos nocivos del cine.
Este fue conocido como el Código Hays, en honor a William H. Hays, quien era el presidente de la asociación Motion Picture Producers and Distributors of America. Entre otras cosas, prohibía a los grandes estudios de cine mostrar cualquier situación que se considerara pervertida, incluyendo a la homosexualidad.
A raíz de eso, el queer coding comenzó a ser una manera en la que los guionistas incluían a personajes LGBT+ de manera oculta. Únicamente ayudados por el subtexto y el uso de estereotipos, muchas de las primeras representaciones de la homosexualidad en el cine se hicieron de esta forma.
Baiting y críticas
Usualmente al queer coding se le relaciona con el queerbaiting, una práctica muy similar. No obstante, la segunda tiene una clara intención de apelar al público LGBT+ y hacerlo adquirir un producto. Por el contrario, el primero tiene una intención neutra.
Aunque claro, existen excepciones. En 2015, como parte de un artículo para Margins Magazine, Ren Martínez hizo una crítica a la forma en la que Disney usaba esta práctica.
Y es que esta legendaria casa de animación la usó por mucho tiempo para representar a varios villanos icónicos de sus clásicos más recordados. En especial, Martínez destaca el personaje de Úrsula, en La Sirenita, que fue basada en el aspecto y personalidad de Divine, la famosa drag queen.
De acuerdo con él, la asociación entre los comportamientos inmorales y las identidades queer puede dañar severamente a las personas de nuestra comunidad. Esto ocurre Incluso si la maldad de los villanos no está directamente relacionada con su orientación sexual o identidad de género.
Otros personajes famosos de queer coding incluyen a Jafar de Aladino, Scar de El rey león y Él en Las chicas superpoderosas.
¿Qué opinas del queer coding? ¿Crees que es positivo para la comunidad LGBT+ o no?
Con información de Margin Magazine, Pride y Oh My Disney