La ansiedad es un problema real con el que muchas personas no saben lidiar de la mejor manera y terminan evadiendo comer saludablemente.
A todos nos gusta comer, es algo muy natural del ser humano, pero algunos de nosotros lo hacemos como un escape de nuestros sentimientos y de la ansiedad.
Aunque da pena admitirlo, debes saber que este problema es mucho más común de lo que parece y puede afectar a cualquier persona, no importa su complexión física.
Afortunadamente, hay muchas cosas que puedes hacer para ocuparte del problema y verlo como una situación del pasado.
No hagas dietas
Por alguna extraña razón, las dietas se volvieron muy populares de unos años para acá como una alternativa para evitar comer compulsivamente.
Sin embargo, debes entender que comer por ansiedad funciona de una manera muy diferente y si no atacas los problemas emocionales que te están afectando, jamás podrás cumplir con una dieta. Mejor evítate el mal trago de sufrir y sentirte culpable porque no estás siguiéndola al pie de la letra.
Encuentra tu detonante
El primer paso para dejar de comer por ansiedad es encontrar qué te lo provoca. La próxima vez que tengas un episodio corre a anotar todo lo que sentiste y lleva un diario de tus emociones. A partir de ahí podrás analizar los datos y descubrir si existe algún patrón.
Ponle nombre a las cosas
Esto puede sonar muy tonto, pero hacer ejercicios como este puede salvarte de comer por ansiedad. La próxima vez que tengas un episodio, identifica la actitud compulsiva y comienza a nombrar en voz alta las cosas que forman tu realidad.
Literalmente, una silla, un cuaderno, plantas, escaleras, lo que encuentres; esta dinámica te permitirá mantenerte en el presente y hará que tu ansiedad disminuya en el momento.
Intenta nuevas formas de amor propio
La mayoría de las personas que comen por ansiedad, lo hacen como una manera de sentirse bien con ellos mismos y darse cariño propio. Así que una de las mejores estrategias para combatirlo es cambiar el acercamiento a nosotros mismos.
Es tan sencillo como cambiar la forma en que hablamos sobre nuestra persona. Probablemente estés acostumbrado a siempre referirte a ti mismo de forma despectiva. No obstante, la próxima vez detente un momento y pregúntate, ¿realmente quién está hablando? Quizá no eres tú, sino alguien que te criticó en el pesado.
¿Qué te parecieron estos tips para dejar de comer de funcionar? Compártenos en los comentarios cómo te fue intentándolos.
Con información de Psyche.