Mucha desinformación ronda el tema de las lesbianas y el VIH. Por eso te traemos esta nota con todo lo que debes saber para distinguir los mitos de las realidades.
Quizá una de las mentiras más grandes sobre las lesbianas y el VIH es que no podemos adquirir o transmitir el virus a través del sexo lésbico. Pero ¿por qué creemos eso?
Sabemos que el VIH se transmite a través de fluidos corporales como la sangre, la leche materna, el semen, el líquido preseminal, el flujo vaginal y el fluido rectal. De hecho, de acuerdo con el Centro Nacional para la Prevención y Control del VIH y el sida (Censida), la principal vía de transmisión del VIH es la vía sexual. Entonces, si el VIH se transmite por sexo sin protección y hay lesbianas, muchas, que tienen sexo sin protección, ¿por qué pensamos que las lesbianas somos inmunes al VIH? Las razones, a mi parecer, son las siguientes.
En primer lugar, es bien sabido que la concentración del virus en el flujo vaginal es menor que en el semen o en la sangre. Luego está el tema del sexo, donde al penetrar con los dedos la vagina o el ano de nuestra pareja, la posibilidad de producir pequeños desgarres de las mucosas que podrían permitir la entrada o salida del virus es menor que al penetrarla con un pene. Sin embargo, aquí empiezan los asegunes. Primero porque el sexo lésbico no son solo dedos. También se usan juguetes sexuales, prácticas de alto riesgo como el fisting, se hace sexo oral y existe el contacto directo vulva-vulva, lo que conocemos como tribadismo o, coloquialmente, hacer la tijera.
¿Qué tan riesgosas son las famosas tijeras?
En primera instancia, el contacto directo vulva-vulva podría parecer el más riesgoso. Pero, a diferencia de lo que ocurre durante el contacto genital directo entre pene y ano o pene y vagina, el contacto vulva-vulva tiene muchísimas menos probabilidades de permitir la transmisión del VIH. Al respecto, Nicole Finkelstein, directora de AHF México, nos explicó que, durante el contacto vulva-vulva, es la piel de las dos mujeres la que entra en contacto, no las mucosas vaginales que es donde la carga viral es mayor. Además, la fricción que se produce en esta práctica sexual no tiene la misma rudeza que la penetración como para generar los desgarres que permiten la transmisión del virus.
De tal forma que, aunque cualquier práctica desprotegida es un factor de riesgo, la transmisión del VIH por contacto vulva-vulva es poco probable. Pero ojo, recuerden que el VIH no es la única ITS que nos debe preocupar y que el contacto genital directo sí nos puede acarrear la transmisión de otras infecciones y enfermedades altamente preocupantes como VPH, sífilis, gonorrea y hepatitis B, entre muchas otras.
¿Qué pasa con los juguetes sexuales?
Los juguetes sexuales son harina de otro costal. De hecho, se concluyó en un estudio que el único caso reportado de transmisión del VIH por sexo lésbico ocurrió por el uso desprotegido de juguetes sexuales. En este caso, una pareja de mujeres —una de ellas con VIH— había utilizado juguetes sexuales de una forma lo suficientemente brusca para desgarrar la pared vaginal de la otra y, al compartir los juguetes sin protección, transmitir el virus. Es por ello que también nosotras tenemos que comprar nuestros condones y ponérselos a nuestros juguetes cuando los utilicemos durante el sexo.
¿Y el sexo oral?
Aunque es muy poco probable, sí, el VIH también se puede adquirir o transmitir por el sexo oral. No por la saliva de una persona con VIH —recordemos que el virus no está presenta en la saliva—, pero sí puede ocurrir si la persona que practica el sexo oral tiene heridas en las encías o en la boca que puedan permitir la entrada del virus a través del contacto con el flujo de su pareja.
¿Qué puedo hacer para cuidarme?
La mejor forma de prevenir una ITS es el sexo seguro. Para la penetración anal o vaginal con dedos, puedes utilizar dedales o guantes de látex. En el sexo oral, puedes utilizar diques dentales o un condón cortado por la mitad que pones sobre tu vulva o la de tu pareja. Durante el contacto directo vulva-vulva también puedes aplicar la anterior o usar un condón femenino, ya que también cubre la vulva completa.
En el caso de juguetes sexuales, recuerda lavarlos con agua y jabón neutro para mantener las condiciones de higiene y siempre, siempre úsalos con condón. Recuerda también que la vulva y la vagina son zonas con un microambiente bacteriano muy rico y variado que puede alterarse fácilmente, así que revisarte con tu ginecóloga es un must.
Esperamos que esta nota te haya servido para esclarecer toda la desinformación que existe sobre las lesbianas y el VIH. MIRA ESTAS 5 PRÁCTICAS SEXUALES QUE NO TRANSMITEN VIH (EXPLICADAS POR BOB ESPONJA).
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Con información de: AIDSMap, GMHC, AVERT y Clinical Infectious Diseases