El rechazo de su familia tras su salida del clóset como lesbiana llevó a la futbolista mexicana Janelly Farías al alcoholismo y la depresión.
En el marco del Día Internacional para Salir del Clóset, Janelly Farías, una futbolista mexicana abiertamente lesbiana, compartió su historia de lucha contra el machismo y la lesbofobia, tanto en el deporte como en la sociedad.
Hoy Janelly es una mujer plenamente realizada. En el ámbito profesional, es titular en Chivas, uno de los equipos más importantes de la Liga MX femenil. Además, es integrante de la selección nacional mexicana. Pero más allá de su carrera deportiva, es una de las voceras destacadas de la visibilidad LGBT+ en México.

Los momentos difíciles
Para convertirse en una exitosa futbolista y ser seleccionada nacional mexicana, Janelly Farías tuvo que atravesar por momentos complicados.
Nacida en California, pero hija de padres mexicanos, a Janelly le decían que no podía jugar fútbol porque ‘no era un deporte para mujeres’. Sin embargo, a ella no le importó e inició su carrera en el deporte colegial con los Lobos de la Universidad de Nuevo México.

Luego, tras superar los estereotipos machistas, tuvo que luchar contra la lesbofobia. En una entrevista para el sitio web oficial de la FIFA, Janelly Farías comentó que supo que era lesbiana desde los 18 años. Sin embargo, no lo contó a sus papás hasta cuatro años después y no recibió la respuesta esperada:
«Yo a los 18 años fue cuando me enamoré por primera vez de una mujer y fue hasta los 22, 23 años que tuve esa plática con mis papás. Yo nunca lo escondí; ellos se dieron cuenta y poco a poco me empezaron a apartar de la familia sin darse cuenta. Llegó un punto donde dije “ya no puedo vivir así; no puedo con que mi vida sea un tabú, que no me acepten, que no pueda traer una novia a la casa y que mis hermanos sí puedan”».
Además, la futbolista mexicana Janelly Farías contó a la FIFA que el rechazo de sus padres la hizo caer en el alcoholismo y la depresión:
«Fue lo más difícil de mi vida. Yo llegué a un punto donde vivía en la depresión y me volví alcohólica. No sabía qué hacer con mi vida y me quería suicidar».
El día que salvó su vida
Janelly Farías también contó que, pese al rechazo de sus padres, también hubo en su entorno algunas personas que aceptaron su orientación sexual como lesbiana. Entre esas personas estuvieron su hermano menor, su cuñada y sus primos. Sin embargo, quien le cambió la vida fue su sobrino:
«Yo estaba en el punto más bajo, donde me quería quitar la vida. Él tenía año, año y medio. Cuando nació, poco a poco me fui acercando a él. Un día que quise quitarme la vida fui a verlo y el niño me abrazó. En ese momento él sintió mi dolor; en cambio, yo sentí su amor. Y algo en ese momento cambió mi perspectiva de la vida; supe que tenía que encontrar la manera de que mis papás me aceptaran».

Al final, lo único que los papás de Janelly Farías necesitaban era tiempo para entenderla y aceptarla, por lo que actualmente la futbolista mexicana lleva una buena relación con ellos.
El mensaje de Janelly
Actualmente, Janelly Farías utiliza la historia de su salida del clóset para demostrar a quienes atraviesan una situación a la que ella vivió que no están solos. Además de compartir su historia con la FIFA, el 7 de octubre, la futbolista impartió una conferencia en Harvard, en la que habló sobre los retos de ser una mujer en el deporte y sobre su experiencia como parte de la comunidad LGBT+.
Como futbolista y seleccionada mexicana, Janelly Farías se dedica a promover la inclusión dentro del mundo del deporte:
«El fútbol tiene la capacidad de crear ideologías y de modificarlas. Es importante usar su plataforma para crear espacios más inclusivos y promover la diversidad. En el fútbol hay mucho miedo de hablar de este tema o que alguien sea gay y se identifique como algo diferente. Tenemos que cambiar eso. El fútbol, siendo tan influyente, no se puede quedar callado».
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Asimismo, anima a las personas LGBT+ a salir del clóset y sensibiliza a las familias sobre la importancia de brindarles apoyo y acompañamiento:
«Las personas que realmente te aman van a estar ahí. Puede que tome tiempo al principio, pero ahí van a estar […] Los padres tienen el poder de darle la mejor vida a sus hijos. El bienestar de una persona depende en gran parte del amor incondicional de sus papás. Cuando mis padres aprendieron a amarme incondicionalmente, mi vida cambió para bien».
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