La Fundación Arcus documentó algunos esfuerzos de organizaciones religiosas para combatir la discriminación contra los derechos de las personas LGBTQ+.
Por lo general, pensar en organizaciones religiosas es sinónimo de grupos que se oponen a los derechos de la población LGBTQ+. Sin embargo, esto no necesariamente tiene que ser así.
En efecto: en México los líderes católicos y evangélicos suelen oponerse abiertamente al matrimonio igualitario, la adopción homoparental o el reconocimiento de la identidad de género de las personas trans. Algunos convocan a marchas contra el reconocimiento de los derechos de las personas LGBTQ+. E incluso se inventan conceptos como ‘dictadura gay’ o ‘ideología de género’ para tratar referirse a la comunidad.
Sin embargo, también hay organizaciones religiosas que respetan y hasta promueven los derechos de las personas LGBTQ+. Por ejemplo: en el Caribe, la Fundación Arcus documentó los esfuerzos de algunas iglesias por combatir la discriminación basada en orientación sexual e identidad de género. Y los resultados de su estudio resultan ilustradores sobre la forma en que grupos religiosos y comunidad LGBTQ+ pueden trabajar de la mano.
Todavía son esfuerzos aislados
El estudio de la Fundación Arcus se realizó en países como Barbados, Belice, Guyana, Jamaica, Surinam, Trinidad y Tobago. Entre sus hallazgos, destaca que las organizaciones religiosas que más apoyan los derechos de la comunidad LGBTQ+ son los anglicanos y presbiterianos en Trinidad y Tobago; los metodistas y uteranos en Guyana y Surinam; así como la iglesia bautista en Jamaica.
A través de entrevistas y grupos de enfoque con activistas LGBTQ+ y líderes religiosos, el estudio muestra que ambas partes pueden colaborar en iniciativas contra la discriminación. Algunos grupos religiosos incluso han acompañado a colectivos LGBTQ+ en desfiles del Orgullo. E incluso hay grupos religiosos que prestan servicio social a personas que viven con VIH.
Según un reporte sobre diversidad sexual en países del Caribe, las instituciones que más influyen a favor de la aceptación de las personas LGBTI+ son las iglesias incluyentes. En toda la región es importante impulsar ese tipo de iglesias ???????????????? https://t.co/PU9kmqg2zU
— Ricardo Baruch D. (@baruchdom) July 15, 2020
El problema, sin embargo, es que todavía se trata de esfuerzos aislados. El estudio muestra que más que una estrategia de las organizaciones religiosas, lo anterior obedece a algunas «intervenciones improvisadas» de líderes que individualmente simpatizan con los derechos de la comunidad LGBTQ+. No obstante, no existe un apoyo explícito de las altas autoridades eclesiásticas.
Por supuesto, todavía hay mucho que mejorar. El estudio también reconoce que la población LGBTQ+ todavía identifica a sacerdotes o pastores como los principales promotores de la homofobia. Mientras que en sentido opuesto, algunos grupos religiosos ven con suspicacia el avance de los derechos relacionados con la orientación sexual e identidad de género.
¿Y en México?
Por otro lado, los hallazgos del estudio realizado en el Caribe pueden extrapolarse a México. Aquí la cara más visible de la Iglesia es la homofóbica. Está el caso del obispo de Cuernavaca, Ramón Castro, que culpó a la comunidad LGBTQ+ por la COVID-19. También está el caso de la Arquidiócesis de Monterrey, que lanzó un video homófobo sobre el cambio de la orientación sexual de los gays. O qué decir del Obispo de Mexicali, Isidro Guerrero, quien convocó a marchas en contra del matrimonio igualitario en Baja California.
Sin embargo, dentro de las organizaciones religiosas también hay personas que respetan los derechos de las personas LGBTQ+. Por ejemplo, el obispo de Saltillo Raúl Vera colabora con organizaciones de la diversidad sexual. Incluso oficia misas a favor de la comunidad LGBTQ+ y promueve foros sobre el movimiento.
Como en el caso del Caribe, los esfuerzos de Vera son individuales. No existe un apoyo de las altas autoridades eclesiásticas hacia la comunidad LGBTQ+.
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