La comunidad internacional se trazó la meta de terminar con la epidemia de VIH en 2030, pero la COVID-19 interfiere con los logros alcanzados.
El Programa Conjunto de las Naciones Unidas sobre el VIH y el sida (ONUSIDA), informó que el objetivo de erradicar la epidemia de VIH se verá retrasado debido a las consecuencias de la COVID-19. Además, como resultado de la contingencia sanitaria, podrían revertirse algunos de los logros alcanzados.
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El reporte indica que en la actualidad, 14 países ya lograron que 90 por ciento de su población que vive con VIH esté al tanto de su condición médica, y que de ese porcentaje, 90 por ciento reciba tratamiento antirretroviral y haya suprimido el virus. El objetivo consiste en avanzar hacia el 100 por ciento y erradicar la epidemia en 10 años.
Para el año 2030, la epidemia del VIH debería haberse detenido según las metas internacionales. Sin embargo, con el #COVID19 no sólo no lo lograremos sino que hay riesgos de grave retroceso en el acceso a prevención y tratamiento en todo el mundo ? https://t.co/mRwVTQZvy5
— Ricardo Baruch D. (@baruchdom) July 16, 2020
Al hablar de la importancia de los apoyos económicos, medidas de prevención y apoyos médicos para atender la epidemia de VIH, la directora ejecutiva de ONUSIDA, Winnie Byanyima, habló sobre el impacto de la COVID-19 en la capacidad de respuesta de los países.
«La COVID-19 ha impactado la capacidad de respuesta ante el VIH y podría reducirla más. Una interrupción de seis meses en el tratamiento del VIH podría causar más de 500 000 muertes en el sur de África el próximo año, retrocediendo a la región a los niveles de mortalidad de 2008».
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Además de la COVID-19, otras barreras
La directora de ONUSIDA enfatizó que aquellas personas que actualmente reciben tratamiento para el VIH no pueden darse el lujo de retroceder. Sin embargo, aclaró que la COVID-19 no es la única barrera para la erradicación de la epidemia de VIH:
«Los estigmas, la discriminación y la desigualdad son las principales barreras para terminar con el VIH».
Por otro lado, el informe menciona que otro problema consiste en que el avance en el combate a la epidemia es desigual entre países. Tan sólo el año pasado, 690 000 personas murieron por enfermedades relacionadas con VIH. Además, todavía hay 12.6 millones de personas con VIH que no acceden a ningún tratamiento.
Por lo anterior, ONUSIDA recalcó que los países deben redoblar esfuerzos para retomar la meta de erradicar la epidemia de VIH en 2030 pese a las afectaciones causadas por la COVID-19.
Con información de Equal Eyes