«Las personas con VIH también trabajamos por un México y una sociedad mejor», asegura Charlie Dos Veces López, activista por los derechos de las personas LGBT+ y funcionario en el Gobierno de Ciudad de México.
Carlos López López, mejor conocido en redes sociales como Charlie Dos Veces López, es coordinador de Formación y Promoción de Derechos en la Dirección General de Diversidad y Derechos Humanos del Gobierno de Ciudad de México y vive abiertamente con VIH.
«Yo estuve a punto de morir», cuenta Charlie en entrevista con Homosensual. Cuando recibió su diagnóstico, en 2016, ya se encontraba en fase sida. Bajó 15 kilos en una semana. Un citomegalovirus atacó su cuerpo y le causó llagas en la garganta. Beber agua o simplemente tragar saliva le causaba un dolor impresionante.
Sin embargo, Charlie Dos Veces López encontró en el activismo LGBT+ la motivación para luchar por su vida. «Todo mi proceso de recuperación y de resiliencia giró alrededor del movimiento LGBT+», cuenta. Esta es su historia:
El diagnóstico de Charlie López López
Carlos López López recibió su diagnóstico de VIH el 4 de marzo de abril de 2016. En ese momento, el activista pensó que ni siquiera llegaría vivo a su cumpleaños, que sería el 28 de abril. «Me dijo mi médico que yo estaba muriendo», cuenta Charlie, quien en ese momento ya estaba en etapa de sida.
Para Charlie Dos Veces López, recibir el diagnóstico de VIH fue sumamente sorprendente. El activista recuerda que apenas un año antes se había realizado la prueba y no había resultado reactiva:
«Mi análisis anterior a ese había sido hace un año. Tampoco había pasado mucho tiempo y no había salido reactivo. Recibir ese diagnóstico en ese estado sí significó un proceso primero de negación y luego de preguntarme qué tanto me descuidé, no solo en términos de cuidar relaciones sexuales, sino en lo físico y en lo emocional».
Un motivo para resistir
Charlie Dos Veces López cuenta que al enterarse de su diagnóstico sintió como si todos los estigmas alrededor del virus sobre los que había leído desde los años 80 cayeran sobre su espalda.
«Había nacido mi sobrino y yo no quería ni ir a verlo ni tocarlo. Me daba pavor salir a la calle. Sentía que todo el mundo me señalaba y nadie se me quería acercar».
Sin embargo, de pronto una llamada le dio a Charlie Dos Veces López el motivo que necesitaba para salir adelante:
«Ese mismo año, en el 2016, recibí una llamada de Conapred (Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación) para invitarme a la conmemoración del Día Internacional contra la Homofobia, Lesbofobia, Bifobia y Transfobia, en Los Pinos. El presidente estaba convocando a varios activistas LGBT+ para tener un acto protocolario el 17 de mayo. Todo el mundo me había dicho que no podría salir. Pero dije: “Si es lo último que hago, que sea algo por lo que he vivido, no me puedo perder la oportunidad de estar ahí la primera vez que el presidente convoca a conmemorar esta fecha”».
Aquel año, Charlie Dos Veces López también estaba dentro del comité encargado de organizar la Marcha del Orgullo LGBT+ en la capital del país. Su compromiso lo llevó a participar en el evento. Y así, sin darse cuenta, había encontrado en su activismo el motivo para seguir adelante:
«Puedo decir que la causa, la diversidad sexual y de género, el orgullo LGBT+, me dieron un motivo para resistir».

La recuperación de Charlie Dos Veces López
Actualmente, Charlie Dos Veces López tiene una carga viral indetectable. El activista afirma que debe gran parte de su recuperación a la atención que recibió en la Clínica Condesa de CDMX:
«Tengo todo que agradecerle a la Clínica Condesa porque el acompañamiento que me dieron desde que yo recibí mi diagnóstico y durante todo el proceso de recuperación siempre me hizo sentir que alguien estaba preocupado por mi salud y por mi vida. Yo siempre he dicho que en la Clínica Condesa no atienden pacientes, sino que salvan vidas».
Por otro lado, Charlie Dos Veces López tuvo que reconciliarse consigo mismo como parte de su recuperación:
«Cuando recibí el diagnóstico, me cuestioné un montón de cosas y me culpé de todo. Y ese fue otro proceso: el de perdonarme a mí mismo. Cuando ya me dijeron que era indetectable, dije: “Ni yo tuve la culpa ni la persona que me transmitió el virus tuvo la culpa, fueron las circunstancias”».
Sin miedo a la prueba
Derivado de su experiencia, Charlie Dos Veces López enfatiza la importancia de hacerse periódicamente pruebas de detección de VIH. «Es mejor recibir un diagnóstico oportuno para alcanzar la indetectabilidad lo más pronto posible y para gozar de un estado saludable por más tiempo», comenta. CHECA ESTOS DATOS PARA PERDERLE EL MIEDO A LA PRUEBA RÁPIDA DE VIH.
Asimismo, Carlos López López, funcionario del Gobierno de Ciudad de México, enfatiza la importancia de dejar de criminalizar las prácticas sexuales:
«Hay que romper con esos estigmas de criminalizar el sexo, el placer y de andar moralizando las prácticas sexuales de los compañeros. Es ahí donde están los retos más grandes para implementar políticas de prevención y combate del VIH».
Tras superar la etapa de sida, actualmente Charlie Dos Veces López tiene el trabajo de sus sueños, creando espacios para la atención de personas LGBT+, y también está plenamente realizado en lo personal, casado con un hombre a quien describe como «maravilloso».