Algunos gays viven con la fijación por tenerlo grande. Esto es algo hasta cierto punto ‘normal’, no solo en esta orientación sexual. ¿Cómo le afecta a un hombre obsesionarse con esto, tanto en su autoestima como en sus relaciones sexuales?
Que algunos gays prefieran tenerlo grande no es un secreto. Históricamente la idea de un pene grande ha sido asociada a nociones como la capacidad reproductiva o el vigor sexual. ¿De dónde viene esta idea de que solo los miembros grandes son válidos o deseables?
Un poco de historia para entrar en materia
Primero, hay que aclarar que el ideal que tienen algunos gays por tenerlo grande no siempre ha sido la regla. De hecho, en la antigua Grecia —donde la homosexualidad era más o menos permitida— las esculturas retrataban penes pequeños como modelo de mesura y virtud. LEE MÁS SOBRE POR QUÉ LAS ESCULTURAS GRIEGAS LO TIENEN CHIQUITO.
Como ya habíamos acotado, el miembro ha sido, además de un órgano, un símbolo. En la mitología egipcia, Min, un dios asociado a la fertilidad, solía ser representado con el órgano erecto. Él era tan importante que se organizaban festivales en su honor, pues la fertilidad masculina se relacionaba con la fecundidad de la tierra.
Algo similar ocurría en Mesoamérica. Algunos pueblos precolombinos crearon vasijas con erecciones, pues un miembro erecto era visto como un símbolo de poder. Pensar en el miembro como sinónimo de fuerza viene de hace tiempo y no es algo nuevo.
Hipermasculinidad: un punto de partida para entender la obsesión de algunos gays por tenerlo grande
Tom of Finland quizá sea el artista plástico más reconocido en cuanto a la iconografía gay. Sus dibujos y grabados en blanco y negro pronto se convirtieron en un símbolo identitario de la comunidad gay. Y su arte pudo abonar al tema que nos ocupa. MIRA CÓMO ESTE ARTISTA MEXICANO HIZO A PRÍNCIPES DE DISNEY INSPIRADO EN TOM OF FINLAND.
Tom dibujaba hombres hipermasculinos, con torsos desnudos, generalmente enfundados en cuero o uniformes. Su arte era una manera de contradecir la idea de que los hombres gay eran frágiles. Sus dibujos eran una muestra de hipermasculinidad.
En sus trabajos artísticos se veían miembros muy grandes, a veces sugeridos (a través de bulges) y otras veces de forma explícita. Tom of Finland ya mostraba ese ideal de algunos gays por tenerlo grande y su obra permeó a toda una generación.
El ideal de algunos gays por tenerlo grande: un problema de salud mental
Ya sea que tomemos como referencia algunos trabajos artísticos o las expectativas emanadas de porno, compararnos constantemente con otros hombres no es saludable. Anhelar tener un miembro más grande puede llevarnos a ejercer algunas conductas poco deseables, como desdeñar a quienes no cumplan estos parámetros.
Así como en Grindr es común encontrar frases como «no afeminados», «no gordos» o «no viejos», el tamaño del pene también se suma a la lista de requisitos. Que algunos gays vivan bajo esa idea de tenerlo grande (o exigirlo) puede llevar a que personas que no cumplan con este requisito se sientan excluidas o menos válidas.
Aunque solemos pensar en la dismorfia solo cuando hablamos de complexión, su definición es más extensa. Este problema de salud mental nos hacer obsesionarnos con algo que percibimos como un ‘defecto’ cuando no lo es. ENTÉRATE DE ESTOS 5 DATOS DE LA SALUD MENTAL EN JÓVENES LGBT+.
Cuando la obsesión de algunos gays por tenerlo grande puede llevar a intervenciones genitales
En entrevista para el diario El País, el doctor Alfonso Antona habla de cómo las diversas técnicas que se encuentran en internet son ineficaces y a veces peligrosas. También explica cómo esta obsesión por tenerlo grande puede llevar a correr riesgos innecesarios, como las cirugías.
«Las técnicas quirúrgicas no están exentas de riesgos, tampoco lo están las pesas o extensores. En el mejor de los casos se pueden aumentar uno o dos centímetros en estado flácido, porque en erección no se va a conseguir ni un milímetro más».
Además, insiste en que la relación costo-beneficio del riesgo de una cirugía no vale la pena y qué más valdría enfocarse en la salud mental. La fijación de algunos gays por tenerlo grande puede llevar a sacrificar la salud y la felicidad en pos de un ideal inalcanzable. CHECA CÓMO AFECTA A GAYS EL IDEAL DE LOS CUERPOS PERFECTOS.
«El 95% de los hombres que pide un alargamiento tiene un pene de tamaño normal y con la operación lo somete a un riesgo a cambio de un beneficio incierto», concluye.
Todos los miembros son válidos
Movimientos como el del body positive ya nos está haciendo cuestionar la vieja idea de que solo los cuerpos hegemónicos son bellos. Tal vez sea el momento de empezar a hablar de que también todos los miembros son válidos, sin importar su tamaño, color o apariencia.
Además, el tamaño grande nunca es una garantía de mejores relaciones. Vivir obsesionado con tu tamaño puede hacer que no disfrutes de la intimidad de manera plena. ¡Aprende a querer a tu ‘amigo’ tal y como es!