Cortar con la primera novia es uno de los eventos que marcan la vida de muchas mujeres lesbianas y bisexuales. Te comparto algunas de las cosas que viví cuando corté con la primera mujer de la que me enamoré.
¿Recuerdas cómo fue cortar con tu primera novia? But, wait. Antes de que empecemos con el terapeo del día de hoy aclaremos que no hay una edad única u obligada para enamorarse de una chica por primera vez. Pudiste llenarle una botella con estrellas de papel a los 11 años, regalarle un collage de su banda favorita a los 14, mudarte con ella en la universidad o tener la primera cita cuando cumpliste 50 y ella 56.
Personalmente, romper con mi primera novia fue un proceso que incluyó algunos de los siguientes pasos.
Armé mi propio soundtrack… y lo repetí hasta saciar mis ganas de entender lo que había pasado
¿Cuántos años tenías? ¿En dónde estabas? ¿Qué canciones sonaban? Porque sí, todas tenemos nuestra first girlfriend break up song. La mía no fue precisamente la más lencha. Conocía a Tegan and Sara, Liz Phair, BANKS, Chelsea Wolfe, Plumb, Soko, Kehlani, Lykke Li, The Veronicas, SASAMI, Cat Power, Porridge Radio y Snail Mail. Pero, al igual que en la crisis de mis early 20s, me refugié en el álbum más comercial de The Cure.
Durante mucho tiempo, “Disintegration” resumió lo que sentía al cortar con mi primera novia:
«Canciones sobre la felicidad murmuradas en sueños… y ambos supimos cómo sería el final».
Te dejo la rola por si tienes ganas de llorar por tu primera novia. En vivo, pa’ que amarre. MIRA ESTOS 10 VIDEOS LGBT+ QUE NO SACARÁS DE TU MENTE.
Lloré en silencio y soledad después de cortar con mi primera novia
Aunque mis seres querides siempre han estado para apoyarme, la verdad es que mi relación nunca les fue grata. Tampoco hubo mucha apertura de mi parte. En tres años, mi exnovia solo conoció a dos o tres de mis amigues y, por supuesto, el tema de la familia nunca lo tocamos.
Como se los he dicho en ocasiones anteriores, no se dejen engañar por la forma en la que escribo. Soy una persona sumamente reservada. Sin titubear, puedo decir que la peor cosa que viví fue el obligarme a guardar silencio.
Después de cortar con mi primera novia, tenía una reunión familiar. Para no dar explicaciones sobre mi apatía, fingí que las plantas me estaban causando alergia. No comí nada; tuve un festín a base de dudas, llanto y ganas de que alguien me escuchara. La indigestión emocional me duró varios días. Me purgó la salinidad de unas lágrimas mudas y taciturnas. Cada quien se abraza de lo que puede y quiere.
Me culpé por «sentir demasiado» después de cortar
No te preocupes. La mayoría hemos caído en la trampa del autopunitivismo afectivo: ¿quién me manda a creer en un futuro con ella? ¿Para qué me clavo? ¿Acaso no serviré para este tipo de relaciones? ¿Fuimos demasiado? ¿Podré estar con un hombre de nuevo?
Admití la simulación y el autoengaño
En 2003, Feist nos dio una de las frases más sabias respecto a la finitud de las relaciones:
«La parte más triste de un corazón roto no es tanto el final como el comienzo. La tragedia comienza desde la primera chispa».
Mi ruptura no se dio en el cine ni en los últimos mensajes de WhatsApp. Hay que decirlo: el afecto y el compromiso son susceptibles a la simulación. Hiere más el aferrarse a la posibilidad que a la realidad. CONOCE LAS 5 COSAS QUE NUNCA DEBERÍAS HACERLE A TU EX.
Hace poco comencé a escribir un ensayo para mi mejor amiga titulado “El ciclo vital de las flores”. Parte de una de las cosas que viví y aprendí después de cortar con mi primera novia es que tienes que marchitarte con algunas personas para poder florecer con otras. ENTÉRATE DE CUÁNDO ES EL MOMENTO DE TERMINAR UNA RELACIÓN.
Aún estoy en ese proceso. Si te sientes sola, incomprendida, juzgada y/o culpable, este es tu espacio. <3