Un estudio reveló que, en los últimos 20 años, el apoyo de los padres a sus hijos LGBT+ ha disminuido. Los científicos no encuentran una explicación clara.
Un equipo de investigadores de la Universidad de Concordia, en Canadá, se dio a la tarea de analizar cómo ha cambiado la relación entre jóvenes sexualmente diversos y sus progenitores a lo largo del tiempo. Los científicos quedaron sorprendidos al ver que los padres de hijos LGBT+ mostraban un apoyo más grande hace 20 años que los que hoy están criando a las nuevas generaciones.
Para llegar a esta conclusión, el equipo utilizó los datos recabados por la British Columbia Adolescent Health Survey. Esta es una encuesta totalmente anónima que se realiza cada 5 años. Los investigadores tomaron los datos reunidos en 1998, 2003, 2008 y 2013. De esta manera tuvieron al alcance información de aproximadamente 100 000 adolescentes LGBT+ y heterosexuales.
En el estudio, los científicos escribieron que la aceptación social de temas como el matrimonio igualitario ha crecido a lo largo de los años. Desafortunadamente, ha pasado lo contrario con la tolerancia de las familias hacia adolescentes LGBT+.
«Estamos sorprendidos»: investigadora
Hilary Rose es una de las coautoras del reporte académico titulado Worsening Perceptions of Family Connectedness and Parent Support for Lesbian, Gay, and Bisexual Adolescents. En un comunicado de prensa de la Universidad de Concordia, ella comentó:
«Esta aceptación social creciente realmente no llega a los jóvenes que siguen en la escuela, los cuales siguen siendo discriminados y victimizados por sus compañeros. Y la aceptación tampoco alcanza a las relaciones padres-hijos. Francamente, estamos sorprendidos por esto».
Los padres del siglo pasado eran más abiertos que los de ahora
La investigadora también señaló que los adolescentes sexualmente diversos que contestaron la encuesta de 1998 percibían una aceptación y tolerancia mayor por parte de sus padres que los que participaron en los estudios posteriores. Por otro lado, la aceptación que sentían los chicos y chicas heterosexuales por parte de su familia había ido incrementando exponencialmente. EN ESTE VIDEO UNA FUTBOLISTA CUENTA CÓMO LA HOMOFOBIA DE SUS PAPÁS CASI ARRUINÓ SU CARRERA.
«Los niños y niñas heterosexuales reportaron una conexión familiar más grande y un gran apoyo de su madre/padre en las cuatro encuestas. Y había muchos momentos en los que jóvenes bisexuales, gays o lesbianas reportaban niveles más bajos de conexión familiar o apoyo de sus padres».
Asimismo, Rose dijo que su equipo notó una recaída en la aceptación tanto de las madres como de los padres. No obstante, la tolerancia de los papás hacia sus hijos había tenido un descenso mucho más significativo que la de las mamás.
¿Más apertura es igual a más choque ideológico?
En el estudio, el equipo propone que un factor que puede estar afectando las relaciones familiares es el cambio de las normas sociales. Mientras temas como el matrimonio igualitario y la adopción homoparental son mejores vistos por la gente, más chicos se pueden sentir con la seguridad de salir del clóset a temprana edad. Esto podría dar como resultado diversos choques ideológicos con sus padres, los cuales pueden no estar preparados para un hijo LGBT+.
Los científicos se mostraron preocupados ante los resultados que encontraron. Esto porque un adolescente LGBT+ sin apoyo de sus padres podría desarrollar diversos problemas emocionales. ESTE ESTUDIO DEMOSTRÓ QUE 50% DE LOS ESTUDIANTES LGBT+ SUFREN DE BULLYING Y ESAS NO SON LAS ESTADÍSTICAS MÁS ALARMANTES.
«El apoyo de los padres es un factor altamente protector para las minorías sexuales jóvenes. Les ayuda a procesar la victimización en la escuela, por ejemplo. Pero, si no pueden contar ni siquiera con sus padres, nos preguntamos: ¿qué van a hacer estos chicos?».
El equipo concluyó que, para cambiar las estadísticas encontradas, es necesario crear y planear cursos de sensibilización e información de familias con chicos y chicas LGBT+. Esto con el fin no solo de crear una sociedad más incluyente, sino para asegurarse de que los jóvenes sexualmente diversos viven en un ambiente familiar seguro para ellos.