Si semen cae en tu cara, ojos o boca, ¿corres algún riesgo? ¡Que no cunda el pánico! Aquí te explicamos todo.
Los hombres gays tenemos una relación muy complicada con el semen. Muchos, cuando lo conocimos, no sabíamos qué era. Vimos que algo salía de nuestro pene y nadie nos había preparado para su aparición.
Entre las memorias al respecto, recuerdo haber pensado si aquello era normal, si me había hecho daño, si me había enfermado de algo. Por supuesto que duré con esa incógnita por algún tiempo, ya que en casa no se hablaba de esos temas. Mis papás no tenían las herramientas para hablar al respecto, así como sus papás. Es perfectamente entendible.
Mi primera vez
De esos primeros encuentros, una cosa me quedó clara: ese líquido estaba relacionado con la sensación más fascinante que había experimentado en la vida y, segundos después, con una culpa espantosa por estar imaginando cosas con otros hombres. Placer y culpa, el semen es un tema fascinante desde su origen.
Después, esa culpa fue sustituida por castigo, ya que en la adolescencia aprendí que el semen era el líquido por el cual podías contraer VIH y otras infecciones de transmisión sexual. Un líquido que era sinónimo de incomparable placer, también era el conducto hacia muchos problemas. Era demasiado bueno para ser cierto.
Me atreví a decir que los gays tenemos una relación muy complicada con el semen al inicio de este texto, porque desde hace algunas semanas me dedico (es todo un trabajo que requiere tiempo y constancia) a hacer hilos de Twitter. En esos hilos tengo como propósito informar, desde la perspectiva del periodismo, sobre distintos temas que involucran a la comunidad LGBT+ y en particular a los hombres gays.
Dos de los hilos que han resultado más populares hasta el momento han sido: «¿Si me cae semen en el ojo puedo contraer VIH?» y «Porque ustedes lo pidieron: ¿Si trago semen puedo contraer VIH?». Es decir, en pleno siglo XXI ––todavía–– tenemos muchas preguntas, inquietud, fascinación y miedo por el semen.
Puedo (y voy a) escribir mucho textos respecto al semen, pero en este escrito en particular nos centraremos en el semen en la cara, en particular en los ojos y en la boca. El semen fuera del condón es todo un tema. Si en tus prácticas sexuales el semen es depositado en otra parte que no sea ese dispositivo de látex, puedes ser víctima de los comentarios más despiadados, en gran parte de otros hombres gays.
El primer paso es romper con ese juicio. En ocasiones, el semen puede caer en la cara, ojos y boca, a veces por accidente y otras veces por placer. Y está bien, pero hay que tener información al respecto.
Semen en los ojos
Sí, el semen cae en los ojos y por las reacciones que me ha tocado leer, más de lo que imaginamos. La San Francisco AIDS Foundation —una de las fuentes más confiables y capacitadas en el mundo entero en temas de VIH— publicó una nota que lleva por título “Ayuda, me cayó semen en el ojo. ¿Qué hago?”.
Lo primero que hay que hacer es limpiarte con abundante agua y limpiar tus lentes de contacto si los usas. Así evitas más irritación. El semen en el ojo es muy incómodo y genera mucha molestia.
En ese texto, Shaun Barcavage, enfermero practicante, explica que si bien teóricamente la infección de VIH es posible a través de membranas mucosas, en realidad es algo que no ocurre. Hasta 2016 no hay un caso reportado en alguna investigación de infección por semen en los ojos.
Pero el tema se ha investigado. Un estudio del Diario Europeo de Vigilancia de Enfermedades Infecciosas, Epidemiología, Prevención y Control, publicado en 1999 estimó que el riesgo de contraer VIH por exposición mucocutánea con sangre es el 0.03% (una probabilidad de 1 en 2910). Ahora, el porcentaje de riesgo con semen es más baja.
La serofobia y la ignorancia, dos constantes en la población gay
Para todos aquellos que viven aferrados al miedo: (ese es un asunto que se resuelve con terapia, créanme, hablo desde la experiencia) sí, hay un caso documentado de transmisión de VIH por vía ocular, de un trabajador de hospital que por accidente recibió gotas de sangre con VIH en el ojo al estar trabajando con una muestra. Es un caso muy técnico, al cual la mayoría no estamos expuestos.
Por último, también es teóricamente posible, aunque poco probable, la transmisión de clamidia y gonorrea en los ojos. En resumen, el consejo de la nota es: si tienen clamidia o gonorrea, no toquen su pene y después se tallen los ojos. Cuando toquen su pene, después laven sus manos.
Semen en la boca
Tragar semen o tenerlo en tu boca es un tema muy amplio que merece un análisis más profundo. Pero lo que es un hecho es que el riesgo de contraer VIH por sexo oral (con todo y semen incluido) es MUY baja.
Esto no está dicho por mí, sino por algunas de las instituciones y organizaciones de más prestigio en el mundo respecto al tema. Por ejemplo, la publicación POZ, especializada en VIH, que dice:
«Debido a que la felación sin condón permite que los fluidos corporales de una persona entren en contacto con los tejidos mucosos o cortes en la piel, existe un “riesgo teórico” de transmisión de VIH. Pero la probabilidad de que ocurra es rara, ya que hay pocos casos documentados».
Por su parte, Onusida informa:
«El sexo oral se considera una actividad de bajo riesgo en lo referente a la transmisión del VIH».
Y así podemos encontrar decenas de aproximaciones que nos llevan a la misma conclusión: el riesgo es MUY bajo.
Les recuerdo. Yo no soy médico, no soy sexólogo, pero soy periodista y toda la información que aquí se publica viene de fuentes verificadas y confiables.
Quiéranse, cuídense, disfruten.
¿Te ha caído semen en la cara, ojos o boca? Cuéntanos en los comentarios.
Fuentes: Diario europeo de vigilancia de enfermedades infecciosas, epidemiología, prevención y control, AIDS Journal y San Francisco AIDS Foundation