Salir del clóset como hombre gay tuvo muchas consecuencias en mi vida, pero inesperadamente me unió mucho más a mi mamá.
Mi mamá y yo nunca tuvimos una buena relación, pero las cosas cambiaron drásticamente cuando decidí salir del clóset como hombre gay.
Y no es que mi mamá fuera una persona muy abierta o tuviera simpatía por la comunidad LGBT+, al contrario. Simplemente hubo algo que cambió en nuestra relación que nos hizo estar más unidos y tener esta envidiable relación madre e hijo.
Delincuente juvenil
Antes de salir del clóset yo era justo lo que una mamá no quiere para su hijo: ser un delincuente juvenil. Y es que gasté gran parte de mi adolescencia en llevarle la contra a todas las figuras de autoridad que pude. Sobre todo a mis padres, a quienes les regalé infinidad de materias reprobadas, vómitos por borracheras y hasta una cita con las autoridades por ingerir drogas en la vía pública.
Pero la mala relación con mi mamá tenía una historia más larga. Desde que puedo recordarlo, ambos habíamos sido muy distantes y no tenía ni un solo recuerdo de que ella se involucrara en mis juegos o aficiones. CONOCE A ESTAS MADRES QUE LUCHAN POR SUS HIJOS LGBT+ Y LA COMUNIDAD.
Por ello, siempre estuve del lado de papá y ambos nos unimos en incontables ocasiones contra ese ente gruñón que no nos dejaba ver el futbol o escuchar nuestro rock pesado a gusto.
Ella era la autoridad de mi hogar y yo siempre buscaba cómo eludirla. Mi mamá no me dejaba ver Los Simpson antes de terminar mi tarea y si la había hecho mal me hacía repetirla una y otra vez sin importarle cuántas veces chillara de rabia. En síntesis, no teníamos absolutamente nada en común. MIRA LA RELACIÓN DE ESTAS CELEBRIDADES LGBT+ CON SUS MAMÁS AL SALIR DEL CLÓSET.
Un apoyo inesperado
Llegó el día en que me tocó salir del clóset y fue mi mamá, inesperadamente, la que dijo la primera palabra. Después, lloró. Sin embargo, tras escuchar la terrible cosa que mi papá acababa gritarme, fue ella quien me defendió. Fue ella quien lo empujó violentamente y lo obligó a retractarse, a jamás volver a mencionar una cosa tan horrible contra su hijo.
Mi mamá supo romper el silencio y poco a poco comenzamos a tener conversaciones sobre mis relaciones personales y mi nueva vida como un hombre abiertamente gay. CHECA ESTA GUÍA PARA SER UN BUEN ALIADO DE LOS LGBT+.
Ocurrió tan sutilmente que no logro recordar el momento en que le dije a mi mamá, con la más grande sinceridad del mundo, que en definitiva la amaba. Pero ahora ella es mi confidente, un pequeño aire de entendimiento entre una familia homofóbica que me lo ha negado todo.
En alguna ocasión le pregunté a mi mamá si estaba de acuerdo con que fuera gay. Ella respondió que no, pero que eso ya no importaba, porque su prioridad más grande era amarme con todas sus fuerzas y ser parte de mi vida, por encima de cualquier decisión. ESTAS SON NUESTRAS MAMÁS FAVORITAS DE LAS SERIES LGBT+.