jueves, abril 18, 2024

¿Cuándo decir familia homoparental o familia lesbomaternal?

No da lo mismo decir ‘homoparental’ que ‘lesbomaternal’ al hablar de familias. El reconocimiento y la visibilización lésbicos importan mucho.

Algunas personas siguen pensando que al hablar de familia homoparental, ya está incluida la familia lesbomaternal. Típico que aparece en los medios informativos alguna bonita noticia sobre dos madres lesbianas y sus preciosas criaturas, pero ves en letras grandotas que dice «familia homoparental». Esto resulta muy confuso. Es que, ¿cómo podemos saber cuándo se refieren a una familia encabezada por padres gays o a una dirigida por madres lesbianas?

Existe un debate en torno a cómo se debería llamar a las familias de madres lesbianas. Circulan alternativas como ‘familia homoparental, lesboparental, lesbomarental, lesbomaternal o de alguna otra manera. Para hacerlo más claro, vamos primero a explicar lo que cada una de estas palabras significa.

Las familias encabezadas por madres lesbianas merecen reconocimiento y visibilización. / Foto: Instagram (@lenchas_y_marimachas)

De acuerdo con el portal del Gobierno de México, en materia de lenguaje incluyente:

«Por mucho tiempo el lenguaje ha sido también fuente de violencia simbólica, una herramienta más a través de la cual se ha naturalizado la discriminación y la desigualdad que históricamente ha existido entre mujeres y hombres».

La misma fuente nos indica que:

«el lenguaje es una expresión de nuestro pensamiento, un reflejo de los usos y costumbres de una sociedad y cultura determinadas».

Esto quiere decir que a través de nuestra elección de palabras y del lenguaje que utilizamos cada día, podemos darle visibilidad a la realidad específica de la mitad de la población mundial: las mujeres. En ese sentido, cabe reflexionar sobre la generalización que hay al llamar ‘familia homoparental’ a la familia lesbomaternal.

Somos ‘lesbianas’, no ‘homos’

Popularmente se entiende que una familia homoparental es aquella donde una pareja de dos hombres o de dos mujeres se convierten en progenitores de uno o más niños o niñas. Esto se debe a que el origen del prefijo ‘homo‘ viene del griego que significa ‘igual’ o ‘iguales’. Es el mismo prefijo de la palabra ‘homosexual’. ‘Homosexual’ significa que se tiene una orientación sexual u atracción por el mismo sexo. Familia ‘homoparental’, que son dos padres del mismo sexo.

Hasta ahí, y de acuerdo con las costumbres machistas que invisibilizan a las mujeres en el lenguaje y vocabulario cotidiano, podríamos decir que cuando se habla de ‘personas homosexuales’ se incluye también a las lesbianas. Y al hablar de ‘familia homoparental‘, se incluye, por ende, a las familias de madres lesbianas. Sin embargo, muchas lesbianas no estamos de acuerdo con que sea así.

Al respecto, conviene leer a la autora feminista Adrienne Rich en su famoso ensayo Heterosexualidad obligatoria y existencia lesbiana. Este fue publicado por primera vez en 1980. En su texto explica que a las lesbianas se nos niega una existencia política al incluirnos dentro de la homosexualidad masculina. Nombrar a las lenchas como parte de la población gay, invisibiliza las especificidades que por ser parte de la población femenina tenemos. Las lesbianas vivimos una doble opresión: primero como mujeres y luego como personas no heterosexuales. Por eso resulta en extremo importante nombrarnos, porque lo que no se nombra no existe.

En este tenor, somos lesbianas. Nos llamamos a nosotras mismas ‘lesbianas‘, no ‘homos’, así que la palabra que decidamos usar debe llevar el prefijo ‘lesbo‘. Por lo tanto, no llamamos ‘homoparental’ a una familia de lesbianas con hijos e hijas.

Que quede claro: somos lesbianas, no ‘homos’. La nuestra es ‘familia lesbomaternal’, no ‘familia homoparental’. / Foto: Chilango

Entonces, ¿familia… lesboparental, lesbomarental o lesbomaternal?

¿Lesboparentales? No. Volvamos a lo que significa ‘parental’. De acuerdo con el diccionario de etimologías, viene del latín parens o parentalis, que es relativo al parto y a los padres. Nuevamente se le da preponderancia al padre varón. Y comparte raíz léxica con palabras como ‘parientes’, ‘parir’, y también ‘parentesco’. Esta palabra remite al origen de la familia patrilineal y biológica de una persona, lo cual no termina de representar por completo a las familias constituidas por mamás lenchas. Estas últimas, muchas veces se crean más por lazos afectivos y de afinidad que por biología.

¿Lesbomarentales? Tampoco. Lo de ‘marental’ es un neologismo que designa, para algunas personas, lo opuesto de parental, pero con ‘m’ de ‘madre’. Los neologismos son una buena opción cuando no hay una mejor palabra para describir lo que quiere mostrarse. Aunque en este caso es innecesario puesto que parental ya remite también al parto y a parir —cosa que sin duda pueden hacer algunas madres—. Aun así, como explicamos antes, es relativo al proceso biológico más que al compromiso emocional de maternar. Para otras personas, principalmente en España, puede derivar de ‘madre’, que en catalán se dice ‘mare’, y de ahí ‘marental’. En dicho país se utiliza también la palabra ‘monomarental’ para designar a las madres que ejercen la crianza por sí mismas.

¿Lesbomaternal? En la Red de Madres Lesbianas en México se ha favorecido el vocablo ‘lesbomaternal’ para designar a las maternidades lésbicas visibles. Esto en función de que somos madres, y el ejercicio de crianza que realizamos es la maternidad. Por eso, somos ‘familia lesbomaternal’ y no ‘familia homoparental’ —ni lesboparental, ni lesbomarental—.

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¿Ves algún ‘papá’ aquí? Nosotras tampoco. Se trata de una familia lesbomaternal, no de una familia homoparental. / Foto: Instagram (@lenchas_y_marimachas)

La importancia de ser nombradas y visibilizadas

Las familias lesbomaternales tenemos que luchar día a día por el reconocimiento, no solo legal, sino también social. ¿Por qué? Pues porque estamos constituidas por una, dos o más lesbianas que decidimos ejercer la maternidad y romper así con el mandato social de la heterosexualidad obligatoria.

No nombrarnos tiene como consecuencia,  entre otras cosas, que los derechos de nuestras familias estén rezagados —incluso en comparación con los de las familias homoparentales, es decir de padres gays—. Por eso es que necesitamos ser reconocidas, nombradas y visibilizadas, porque —insisto— lo que no se nombra no existe y nuestro lenguaje crea realidades. Una familia lesbomaternal no es una familia homoparental. Por eso dilo, y dilo bien: somos familias lesbomaternales.

Ahora que ya sabes por qué es indispensable no llamar ‘homoparental’ a la familia lesbomaternal, ¡corre la voz!

Ana de Alejandro
Ana de Alejandro
Activista, feminista, lesbiana, madre y madrastra. Nací el 29 de octubre de 1978 en La Paz, BCS. Crecí en Monterrey y ahora vivo feliz en la Gran CDMX. Fundé la Red de Madres Lesbianas en México por allá del 2012. Estudié la Maestría en Estudios de la Mujer en la UAM Xochimilco (2012-2014). Doy talleres de género, feminismo, diversidad sexual y derechos humanos.

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