Frente a discursos desinformados y transfóbicos, es importante alzar la voz y decir que las personas trans también son biológicas.
Las personas trans somos biológicas: los hombres trans somos hombres biológicos, las mujeres trans son mujeres biológicas y las personas no binarias también son biológicas. Lo somos porque no hay otra posibilidad. Si no fuéramos personas biológicas, ¿qué seríamos?
No somos seres de otro planeta. No somos nada extraño. Somos personas iguales a cualquier otra. La división que se hace entre personas biológicas y personas trans no solo es errónea, sino que es cisnormativa. Esa idea nace de la falsa suposición de que las personas cis son las únicas correctas de acuerdo a la biología. En cambio, se asume que las personas trans estamos ‘en el cuerpo equivocado’.
Hoy en día ya ni siquiera la biología está de acuerdo con esas definiciones. Sin embargo, se siguen repitiendo cosas como que las personas biológicas son las que sus genitales coinciden con determinado género asignado al nacer y por eso se excluye a las personas trans. En oposición, todo lo demás deja de ser biológico y pasa a ser algo sin definición: lo que sobra con la biología equivocada.
Construcciones sociales
Esto no es casual. Decir que las personas biológicas correctas son las personas cis y las personas trans somos ‘solo trans’ es parte de la misma discriminación. Las clasificaciones en las ciencias —como la biología— también son construcciones sociales. Se desarrollaron en una época en la que las personas trans ni siquiera éramos consideradas personas. Por eso, nos ven como algo ajeno, fuera de la biología, pues siempre nos pensaron como ‘lo otro’ y ‘lo raro’.
Pero las personas trans no estamos en ningún cuerpo equivocado. Es la sociedad la que se equivocó y la que nos clasificó de acuerdo a lo que nos imponen al nacer, según los genitales. A las personas trans nos ven como algo que está mal porque nos salimos de la concepción del mundo que construyeron las personas cis para ellas mismas.
Las personas trans no estamos equivocadas, ni nuestro cuerpo es de otro. Nuestro cuerpo es igual de biológico y de nuestro género porque ni el cuerpo ni los genitales determinan el género. CONOCE A LEAH MUÑOZ, BIÓLOGA QUE REIVINDICA «LA EXPERENCIA TRANS».
Nombrar a las personas cisgénero
Entender biología básica es comprender que todas las personas —incluyendo a las trans— son biológicas, aunque las personas cis se autodenominen como las únicas existentes. Las personas cis deben llamarse por lo que son, o sea, personas cisgénero. Antes pasaba que las personas heterosexuales no querían ser llamadas así porque ellas eran las ‘normales’. Ahora, a las personas cis también les cuesta llamarse así porque no les gusta aceptar que también tienen nombre y las demás personas no son las que sobran.
La importancia de que se nombren como cis radica en que no deshumanicen a las personas trans. Así podrán dejar de repetir que nuestros cuerpos están equivocados. También podrán abandonar la idea de que la biología dice que no somos quienes somos. Tanto nuestra biología como nuestros cuerpos e identidad están correctos. MIRA ESTA GUÍA PARA HABLAR DE PERSONAS TRANS EN MEDIOS DE COMUNICACIÓN.