Ser una chica LGBT+ en una sociedad conservadora no es ni fácil ni bonito. Estas son 7 frases que me dijeron en la secundaria por ser una niña masculina.
Crecer es una de las cosas más difíciles para toda persona LGBT+ y, si eres una chica, sobrevivir al acoso y a la discriminación es todavía más difícil. Estas son 7 frases horribles que me dijeron en la secundaria solo porque era una niña masculina.
«Seguro quieres ser niño».
Mis compañeros continuamente me preguntaban si no preferiría ser un hombre y tener pene. Me cambiaban el nombre y se referían a mí en masculino. Todo esto me lo decían porque odiaba las clases de danza; me gustaba jugar a los tazos y a Yu-Gi-Oh!, y adoraba ver Los caballeros del Zodiaco. Aunque claro, rara vez un niño se atrevía a jugar o a platicar conmigo. ESTAS SON 8 MENTIRAS SOBRE LAS LESBIANAS QUE ESTAMOS CANSADAS DE OÍR.
«Te ves mal con ese cabello».
No, no tenía el cabello corto. En realidad, siempre me gustó llevarlo largo. El único problema era que odiaba las coletas, los moños, pasadores y el gel. Me cepillaba todos los días, pero nunca me ‘arreglaba’ con los peinados que adoraban las chicas de mi escuela. Por eso siempre me echaban en cara que mi cabello no era lo suficientemente ‘femenino’.
«Así no vas a conseguir novio nunca».
La verdad es que esta es la única frase que nunca me molestó. A los 13 años yo no pensaba en tener una relación y, además, los niños de mi escuela me molestaban lo suficiente para tenerles asco. Mientras crecíamos y veía lo violentos y manipuladores que eran estos chicos con mis compañeras, agradecía cada momento en el que no se fijaban en mí. ¿Por qué querría a alguien así como mi pareja?
«¿No te puedes vestir mejor?».
En la época en la que todas las chicas usaban millones de ligas con diferentes formas, ropa colorida y blusas de marcas estadounidenses yo usaba jeans y una playera de caricaturas. De hecho, todavía lo hago y sigo respondiendo lo mismo cuando me cuestionan: «¿A ti qué?».
«¿No te da pena cómo te ves?».
Un día mi directora me sacó del salón de clases para hablar sobre mi apariencia. Me dijo que mis maestros se preocupaban porque mi cabello largo «no me dejaba ver» y que por eso tenía que peinármelo diferente. Le respondí que yo no tenía ningún problema con el largo de mi pelo y ahí fue cuando, enojada, me espetó: «¿Qué no te da pena cómo te ves?». Yo le dije que me valía y nunca me volvió a dirigir la palabra, ni siquiera cuando me entregó mi diploma.
«Necesitas maquillaje urgentemente».
No tenía muchas amigas, pero las pocas que tenía siempre querían modificar algo de mi apariencia. Me empujaban a probar maquillaje, a dejarlas peinarme y a que me prestaran ropa. Recuerdo que incluso la mamá de una chica (que también era mi maestra) les dijo a todas mis compañeras en segundo de secundaria que les daría un regalo especial si podían ‘arreglarme y hacerme ver bonita’. CONOCE 5 SITUACIONES QUE VIVE TODA LENCHA DE BARRIO.
«¡Machorra!».
Yo no me di cuenta de que me gustaban las mujeres hasta que entré a la prepa. No obstante, a lo largo de mi secundaria mis compañeros me repetían una y otra vez una palabra peyorativa usada en contra de las mujeres lesbianas y bisexuales: «¡Machorra!». Me insultaban cuando tenía una mejor calificación que ellos, cuando los corregía en clase y también cuando alguna de las pocas maestras que me apoyaban les pedía que me dejaran en paz.
Cuando recuerdo los años de secundaria, yo no me veo a mí misma como una chica masculina. En realidad, creo que lo único que pasaba conmigo era que no era tan femenina como me lo exigía la sociedad conservadora en la que crecí. ESTAS SON 7 FRASES QUE TODO CHICO FEMENINO TUVO QUE SOPORTAR EN LA ESCUELA.
Cuando dejé mi ciudad natal pude desenvolverme sin miedo y hoy en día las cosas han mejorado mucho. No obstante, a veces no puedo evitar pensar en las chicas LGBT+ que, como yo, están creciendo en lugares plagados de ideas conservadoras y religiosas que día a día las hacen sentir peor con lo que son. Y es en estos momentos en los que me doy cuenta de la ardua lucha que nos queda por delante para que la comunidad LGBT+ sea respetada en todo México, no solo en su capital.
