Pedro Carreto es un policía de Nuevo León abiertamente gay. Con su trabajo y arriesgando su vida, obtuvo el reconocimiento y admiración de sus compañeros.
Sin lugar a dudas, Nuevo León no se caracteriza por ser el estado más progresista del país. Y definitivamente, en un país machista y homofóbico como México, donde las autoridades carecen de protocolos de atención con perspectiva de género y diversidad, la Policía difícilmente inspira confianza a la comunidad LGBTQ+. Sin embargo, en la intersección de estos contextos hostiles, Pedro Carreto, un policía de Nuevo León abiertamente gay, es un ejemplo de que la homofobia y los prejuicios pueden superarse.
No obstante, para Pedro el camino no estuvo libre de dificultades. Desde que salió de casa a los 16 años hasta convertirse un reconocido policía, enfrentó una serie de obstáculos que hacen de su historia un ejemplo de éxito.
Cerrando bocas y abriendo mentes
En un ambiente machista como el de la Policía de Nuevo León, Pedro enfrentó en un inicio los prejuicios derivados de ser abiertamente gay. Durante una entrevista con el periódico Milenio, Carreto relató que durante sus inicios en la Fuerza Civil era tratado «diferente». Sin embargo, con su trabajo logró el reconocimiento de sus colegas como profesional y como persona:
«Cerré bocas y abrí mentes. Realmente llegaron a tenerme un gran respeto».
Pero para obtener ese respeto, Pedro no sólo tuvo que luchar contra la homofobia. Además, tuvo que enfrentar los peligros que representa el crimen organizado en uno de los estados más peligrosos del país.
En 2014, Pedro resultó herido de bala en la rodilla durante un fuego cruzado entre dos grupos del crimen organizado. No obstante, la forma en que él relata ese suceso demuestra su carácter. Según sus propias palabras, fue el momento «más emocionante» de su carrera. Además de coadyuvar en la captura de un peligroso líder criminal, participó en un complicado operativo para su traslado.
Este tipo de hazañas y la valentía de ejecutar tareas que nadie más quería en la Fuerza Civil de Nuevo León hicieron desaparecer los prejuicios contra el policía por ser gay. Actualmente es un referente dentro de la Policía Municipal de Guadalupe, donde sus compañeros lo tratan como comandante a pesar de no tener el rango:
«Piden trabajar conmigo porque saben que separo lo personal de lo laboral. Y gracias a eso cambió la ideología estúpida que tiene la gente».
Pasará a la historia
Por otro lado, Pedro Carreto también enfrentó obstáculos en su vida personal. A los 16 años salió del clóset y de su casa. Posteriormente llegó a Nuevo León, donde además de ser un policía ejemplar, pasará a la historia por participar en el primer divorcio gay de la historia de la entidad.

Pedro se casó en 2013. Sin embargo, tuvo que hacerlo en Ciudad de México, pues el matrimonio igualitario no era todavía una realidad en Nuevo León. No obstante, su vida marital se vio marcada por engaños y episodios de violencia. Finalmente, en marzo pasado ganó el primer juicio de divorcio entre una pareja del mismo sexo que se realiza en el estado.
Presidente de la Corte explota contra Congresos que rechazan matrimonio igualitario
Pendientes en Nuevo León
En materia de derechos de la comunidad LGBTQ+, Nuevo León es uno de los estados menos avanzados. Allí, el matrimonio igualitario se convirtió en una realidad apenas en mayo de 2019. Sin embargo, esto se logró por la vía judicial gracias a que la Suprema Corte de Justicia de la Nación anuló dos artículos del Código Civil que discriminaban a las parejas conformadas por personas del mismo sexo al no permitirles contraer matrimonio.
Aprueba Congreso de Nuevo León con 36 votos a favor y cinco en contra, reforma a Ley Estatal de Salud, mediante la cual, el personal de salud podrá negarse a prestar un servicio a una persona #LGBT, bajo el argumento de objeción de conciencia. pic.twitter.com/163JBQWlKA
— Fuera del Clóset A.C. ?️??️⚧️ (@FueraCloset_AC) October 21, 2019
En contraste, en octubre aprobó una reforma en materia de objeción de conciencia que abriría la puerta a que médicos se nieguen a otorgar atención a pacientes LGBTQ+ con base en sus principios éticos o morales. Además, desde 2014 se registran al menos 12 homicidios de personas LGBTQ+ en la entidad, de acuerdo con datos del Observatorio Nacional de Crímenes de Odio.
En este contexto, historias de éxito como la del policía gay Pedro Carreto son importantes para demostrar la fuerza de la comunidad LGBTQ+ en Nuevo León.
Con información de Milenio