Desde el siglo XX, activistas han insistido en la necesidad de una postura antirracista al interior del movimiento LGBT+. Mira por qué.
Para una verdadera radicalidad y emancipación, el movimiento LGBT+ debe ser antirracista. Esta es una demanda que ha articulado a las genealogías de las diversidades sexogenéricas de los continentes que comparten la llamada ‘herida colonial’. Durante mucho tiempo, la denuncia de la perspectiva eurocentrista y norteamericana ha sido tema de conversación. La postura antirracista va mucho más allá de conocer el significado de la nueva bandera.
Bien dice la grandiosa Angela Davis que «en una sociedad racista, no basta con no ser racista. Hay que ser antirracista». Así que en el siguiente artículo vamos a mencionar algunas de las razones por las que tenemos que abogar por una lucha antirracista en, dentro y para el movimiento LGBT+.
Es importante denunciar la violencia epistémica
Como lo han abordado distintas autoras y activistas, la violencia epistémica niega experiencias, narrativas, resistencias y agentes políticos. El racismo en la construcción histórica de las disidencias sexogenéricas ha propiciado que se replique el discurso de centros/periferias, desarrollados/subdesarrollados, civilizados/bárbaros. El movimiento LGBT+ no puede —ni debe— dar fuerza al relato salvacionista.
Denunciar la violencia epistémica no solamente nos ayuda a evitar la invisibilización de las luchas regionales —por ejemplo, la irrupción pública LGBT+ durante las dictaduras latinoamericanas—, también es una vía para que los estudios y las praxis abracen categorías planteadas desde la disidencia. ¿Una de ellas? La diáspora.
Las disidencias sexogenéricas racializadas existen y resisten
En concordancia con la necesidad de denunciar y combatir la violencia epistémica, el artista plástico y escritor Pedro Lemebel insistió en que las y los integrantes de la comunidad LGBT+ debíamos hacer una lectura crítica de los referentes históricos. Esto no tiene como objetivo negar los logros que se han narrado desde la perspectiva europea y estadounidense. CONOCE MÁS SOBRE PEDRO LEMEBEL.
La postura antirracista pretende identificar los puntos ciegos —algunos de ellos intencionales— en el movimiento LGBT+. Recordemos que siempre existe esa posibilidad de que conservemos elementos hegemónicos.
Figuras como Lemebel han puesto en evidencia la necesidad de hacer frente a lo que podría ser un «gay parade internacional» apoyado en un neocolonialismo. Aquí entra una de las manifestaciones que se hecho desde poco antes de los años 80. Esta tiene que ver con la representación.
A la fecha, se replica el discurso de que las disidencias sexuales blancas y ‘clase medieras’ son las únicas merecedoras de derechos. No es secreto que durante muchos años a quienes militamos dentro de un «mariconaje guerrero» se nos ha tratado como una ciudadanía de segunda.
Aunque los medios, las empresas y los propios organismos ‘de defensa de los derechos humanos’ traten de darse la vuelta, las disidencias sexogenéricas racializadas existimos y resistimos.
Asumir una postura antirracista en el movimiento LGBT+ implica tener claro que la lucha de gays, lesbianas, bisexuales, trans, intersexuales, asexuales, arromántiques y demisexuales no se limita a la conquista de derechos liberales. La desobediencia sexual también tiene que ver con la defensa del territorio y los recursos naturales, la decolonización y despatriarcalización de las corporeidades, la educación popular y el reconocimiento de las culturas barriales.
Contextualizar las violencias
Uno de los grandes aportes de los feminismos populares ha sido insistir en que es necesario ubicar y problematizar las violencias desde condiciones materiales y circunstancias específicas. Con el movimiento LGBT+ esto no es excepción. Sobre todo cuando hablamos de trabajo sexual, brecha laboral, derecho a la salud, violencia policial, acceso a los sistemas de justicia y migración.
¿Te interesaría saber más sobre la postura antirracista en el movimiento LGBT+? Escríbenos y comparte tus dudas.
Con información de Íconos. Revista de Ciencias Sociales