Estos cinco testimonios dan cuenta de cómo es vivir siendo LGBT+ en Ciudad de México, una de las más ‘incluyentes’ del mundo.
CDMX: la novena urbe más grande del mundo, considerada la capital financiera y política de América Latina —según la BBC—, y una de las ciudades más cosmopolitas del orbe. Además, en materia de leyes que velen por los derechos humanos, es una de las más avanzadas e incluyentes con todos los grupos sociales. Y, desde 2005, vivir en Ciudad de México siendo LGBT+ se volvió todavía más seguro luego de que se aprobaran una serie de reformas que reconocen los derechos de esta población.
Pero, pese a que dichas reformas garantizan la libertad de expresión de los LGBT+, así como la no discriminación hacia ellos, la sociedad utópica dista aún de ser una realidad. La ignorancia, los prejuicios y estigmas aún son causantes de la «cacería de brujas» contra personas de la diversidad sexual. CONOCE TAMBIÉN CÓMO ES SER INDÍGENA Y LGBT+ EN MÉXICO.
Muestra de ello son estos testimonios de personas pertenecientes a esta población, y que hablaron de manera exclusiva para Homosensual. Ellos reconocen que actualmente vivimos ‘mejor’ que antes, pero que aún se respira inseguridad y temor. Descubre cómo es vivir siendo LGBT+ en Ciudad de México.
Me siento incómoda con los prejuicios
Karla, una joven lesbiana que vive con su pareja desde hace varios años, afirma que ha tenido la oportunidad de expresar abiertamente su orientación sexual con familiares, amigos y conocidos más cercanos. Además, cree que Ciudad de México ha avanzado mucho en materia de seguridad para la comunidad LGBT+. Sin embargo, reconoce que también ha sido objeto de prejuicios y señalamientos por parte de personas que no aceptan su relación con una mujer.
«Todavía existe el tabú de varias personas. Yo me siento muy incómoda cuando me preguntan si soy lesbiana o si mantengo una relación con una pareja (obvio ellos no saben que lo somos). Ellos estigmatizan la apariencia o los gustos que tienen».
Además, lamenta que actualmente las personas siguen sin aceptar las relaciones entre personas del mismo sexo, pese a que en otros países ven esta «condición» de la manera más natural. Desafortunadamente, debido a su orientación sexual, le han hecho comentarios discriminatorios, ofensivos y machistas. TE CONTAMOS LAS MENTIRAS SOBRE LAS LESBIANAS QUE ESTAMOS CANSADAS DE OÍR.
«Hombres me han dicho que les gusta tener relaciones con mujeres lesbianas, que somos así porque no hemos conocido a un hombre de verdad. que nos van hacer mujeres. y muchos otros tipos de comentarios machistas y retrógrados».
Depende de la zona
Ricardo, un joven gay recién egresado de la universidad, se siente seguro en zonas específicas de Ciudad de México. Le queda claro que hay ciertos lugares donde las personas pueden ser más respetuosas con los LGBT+, y donde estos pueden expresarse con mayor seguridad.
«Normalmente me siento bien y seguro. Todo depende de la zona en la que me encuentre, respecto a qué tan abierta sea la gente de ese lugar».
Sin embargo, asegura que es en el transporte público donde puede sentirse más inseguro. Estos espacios se prestan para el acoso sexual, el cual afecta principalmente a las mujeres y a los LGBT+, pese a que el gobierno capitalino ha buscado la manera de contrarrestar estos actos inapropiados.
«El transporte público sí me produce conflictos porque me han metido mano, tocado lascivamente y también me han pegado sus genitales a mi cuerpo mientras se rozan».
No puedo cambiar una orientación
María es un ejemplo de personas que han tenido la oportunidad de ‘salir del clóset’ con sus seres queridos sin temor a la discriminación. Pero aunque cuenta con el apoyo de sus familiares, prefiere mantener al margen su bisexualidad o cualquier tema relacionado con los LGBT+. Pues a algunas personas todavía les cuesta aceptar ‘conductas y gustos’ diferentes a los establecidos por la religión. ESTAS SON ALGUNAS FRASES BÍBLICAS QUE PUEDES UTILIZAR EN CONTRA DE LA HOMOFOBIA.
«Mi mamá es una persona mayor y anteriormente, cuando yo quería platicarlo, siempre me decía que no aceptaba la idea. Y que si Dios me hizo mujer, tenía que estar con un hombre […] aprendí con el tiempo que no podía cambiar un gusto u orientación».
Eso sí, María asegura que su orientación sexual no está ‘peleada’ con las enseñanzas religiosas. Cada domingo asiste a la iglesia y se considera una persona de fe. Además, comenta que con sus amigos más cercanos se siente en plena confianza y seguridad de demostrar cariño por su novia, con quien lleva más de cuatro años. No obstante, en lugares públicos suele sentir incomodidad e inseguridad, por lo que procura evitar cualquier muestra de afecto y prevenir actos homofóbicos.
«Cuando salgo con mi pareja procuramos no abrazarnos, besarnos ni tomarnos de la mano. Desde un inicio acordamos no publicarlo o decirlo, principalmente por nuestras familias.
Si llegamos a darnos una muestra de afecto como un beso o abrazo nos damos cuenta de que hay personas que nos ven y no hacen expresión alguna. o personas que hacen caras y hasta caminan rápido. Eso me hace sentir insegura».
Aún falta más apertura
Dentro de la población LGBT+, los gays y las lesbianas siempre han sido los más visibilizados. Caso contrario con los otros grupos que integran a esta comunidad: bisexuales, trans, intersexuales, queer y asexuales. De ellos, lamentablemente las personas trans son las más perseguidas y discriminadas. Datos de la organización mexicana Letra S muestran el índice de transfobia que se vive en todo el país; de hecho, las mujeres trans son las más asesinadas.
Karim, un hombre transgénero, inició con el tratamiento hormonal desde hace cinco meses. Después de aceptarse tal y como es, decidió compartirlo con sus familiares y amigos. Recibir su apoyo e iniciar el tratamiento le ha permitido vivir plenamente. Sin embargo, menciona que aún hay mucho desconocimiento e invisibilidad sobre el tema, lo que genera discriminación e intolerancia hacia este grupo social.
«Ahorita ya tengo cinco meses en tratamiento hormonal y soy inmensamente feliz. El haber entrado en hormonas cambió mi vida. ‘Salir del clóset’ me hizo darme cuenta de que a pesar de que ya hay más apertura y se habla de lo trans más abiertamente, aún hace falta bastante información».
Me han aceptado por ser quien soy
Octavio es una persona queer que siempre ha sido aceptado por su familia y sus amigos, por lo que nunca ha tenido la necesidad de ocultar su orientación sexual ni su expresión. Además, asegura que en espacios públicos tampoco ha sufrido algún tipo de discriminación por ser queer. CONOCE NUESTRO ESPECIAL SOBRE LO QUE SIGNIFICA SER UNA PERSONA QUEER.
«Nunca me he sentido inseguro en lugares públicos. Siempre soy yo. En mi trabajo tampoco me han discriminado por expresarme, ni lo han considerado un impedimento para desempeñarme».
Octavio de siente orgulloso de ser queer y «ser único». Sentimiento que le ha permitido romper estereotipos. Además, agradece el esfuerzo que varias personas están haciendo para visibilizar a la comunidad LGBT+ y lograr el reconocimiento de nuestros derechos.