El activista gay Larry Kramer, quien luchó por los derechos de las personas con VIH, murió el 27 de mayo de 2020. Depende de nosotros mantener vivo su legado y, si es necesario, enfurecer y defendernos.
El activista y escritor Larry Kramer falleció de neumonía el 27 de mayo de 2020 a los 84 años, y está en nosotros continuar con su labor de proteger y ver por los derechos de las personas con VIH y sida.
Mientras estamos viviendo la peor de las epidemias mundiales en la actualidad, hay otra que no deja de perseguirnos con toda su fuerza. Es un virus. Es parte de un complejo mecanismo de debilitamiento físico y mental. Es parte de un camino empedrado y rocoso.
El VIH y el sida han encontrado el terreno perfecto para continuar mellando vidas y deteniendo sueños. Pocas veces encontramos a alguien que le haga frente. Alguien como Larry Kramer, que no solo le puso cara al VIH y al sida. También le puso nombre y rostro a cada diagnóstico en todo el mundo.

¿Quién fue el activista Larry Kramer?
Larry Kramer, fundador de la Coalición del sida para desatar el poder (ACT UP), nos ha dejado grandes memorias y aun mayores desafíos. El silencio no es opción. La docilidad no es posible. Gritaremos fuerte y empujaremos más.
Porque en pleno 2020 se siente un letargo tedioso y mortal de las organizaciones, de las personas activistas, de las instituciones y su burocracia ridícula. Porque si estuviéramos en 1985 con la estadística dura que nos presenta un Centro Nacional para la Prevención del VIH y el sida (Censida) inoperante e ineficaz, ya estaríamos muertas desde hace mucho tiempo. Porque seguimos escondiendo y ocultando nuestros diagnósticos como si fuera el sello de la vergüenza. Porque vivimos en plena oscuridad esperando que todo cambie sin hacer ningún esfuerzo. CONOCE JOY, JOY, EL PROYECTO QUE BUSCA VISIBILIZAR EL VIH Y EL SIDA.

Larry Kramer, el activista «violento» que defendió a las personas con VIH y sida
Kramer fue ese «violento» que inició una revolución. Ese «violento» que nos dio el derecho humano de protestar y pelear por nuestras vidas y las de nuestros amigos y nuestras parejas sentimentales y sexuales. Esa persona que muchos llamaron «violento” y que nos ha dejado muchos más beneficios que solo ser un número estadístico más en las bases de datos de cualquier institución.

Dejemos el silencio atrás. Aplastemos los estigmas que nos quieren definir. Salgamos de ese clóset lleno de miedos e inseguridades. Asumamos el costo de ser libres a toda costa. Sintámonos orgullosos de ser quienes somos y lo que tenemos. Es nuestra oportunidad.
Porque ante la inoperancia de las instituciones de salud en México, el desdén de los gobiernos por respetar nuestros derechos humanos, y la falta de atención de nuestros gobernantes, no podemos callar. No tenemos el lujo del tiempo. CHECA ESTA LISTA DE ORGANIZACIONES QUE APOYAN A PERSONAS CON VIH.
¿Qué podemos hacer para continuar la lucha?
Mientras el desabasto de medicamentos antirretrovirales en el Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE) continué y el silencio del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) —así como sus cotos de poder— se sigan haciendo presentes, las personas con VIH debemos pelear, pelear por nuestras vidas.
Es clara la ineficacia y burocracia del Censida como autoridad en materia de VIH en México. Mientras que para estas instituciones sigan siendo más importantes sus papeles, sus estadísticas y sus normativas internas, las personas con VIH debemos alzar la voz. CONOCE ESTOS ALBERGUES PARA PERSONAS CON VIH.

Debemos pelear contra la negligencia que las autoridades sanitarias en México y sus aliados en todas partes ejercen. Que la llamada «nueva normalidad» nos lleve a caminos y despertares conscientes de lo que somos y lo que queremos. Kramer tenía un sueño, el que todas las personas que vivimos con VIH fuésemos libres. No fallemos en esa tarea.
Que se escondan los que discriminan y señalan
Que tengan miedo los que no hacen su trabajo en beneficio de las poblaciones por las que dicen trabajar. Que caigan los compadrazgos y falta de transparencia en los recursos desviados para la atención y tratamiento de aquellas poblaciones con VIH a las que nunca llegan los programas y las acciones. Que se dejen de llenar esos bolsillos con retóricas huecas y falta de vocación.

Porque Larry Kramer murió, pero depende de nosotros no dejar morir su esfuerzo. Como bien dijo este activista por los derechos de las personas con VIH y sida:
«Si mi discurso esta noche no los hace cagarse de miedo, tenemos un gran problema. Si lo que están oyendo no les provoca ira, furia, rabia y acción, los hombres homosexuales no tienen futuro en la tierra. ¿Cuánto tiempo hace falta para que se enfurezcan y se defiendan?».
