Aún existen cosas que los heteros pueden hacer y los LGBT+ no. ¡Increíble! Estas son algunas de ellas.
A simple vista, no parece que haya muchas cosas que los heteros sí pueden hacer y nosotros los LGBT+ no. Sin embargo, en estos ‘detallitos’ que te vamos a contar se nota la gran desigualdad que —todavía— vivimos.
Muchas personas, especialmente las ajenas a la comunidad LGBT+, no entienden el motivo del ‘orgullo LGBT+’. O por qué es que seguimos marchando y manifestándonos. Muy sencillo: porque aún existen muchas cosas que las personas hetero pueden hacer libremente y las personas LGBT+ no. Te damos los ejemplos más frecuentes.
1. Caminar de la mano con tu pareja
La primera de estas 8 cosas que las personas LGBT+ no podemos hacer libremente y los hetero sí es caminar de la mano con la pareja. Y ni hablar de otras demostraciones de afecto como besarse o abrazarse en público. Hay ciudades o países en las que para algunos es más fácil, pero sigue siendo algo profundamente triste que una pareja no pueda demostrar su amor en la calle.
2. Casarse o adoptar
Como la sociedad no termina de entender que somos humanos —igual que los heteros—, muchas personas LGBT+ aún no pueden casarse o formar familias. Afortunadamente, cada vez hay más estados y países legalizando el matrimonio igualitario y la adopción homoparental. Pero aún existen muchos otros, la mayoría, lamentablemente, en la que o es ilegal o solo lo puedes lograr mediante amparos.
3. Llevar a su pareja a las reuniones familiares
Otra de las cosas que pueden hacer las personas hetero pero las LGBT+ no es llevar a sus parejas a las reuniones familiares. Sí, hay familias padrísimas que apoyan a sus ovejitas LGBT+ porque saben que no hay nada de malo con quienes son. Pero muchas otras personas no pueden vivir la experiencia de compartir momentos con su familia y su pareja al mismo tiempo.
4. Donar sangre
¿Sabías que incluso en las instancias públicas de salud han rechazado a gente LGBT+ que busca donar sangre? A esos niveles está la LGBTfobia, bebé de luz.
5. Viajar libremente
Hay países en los que tu vida puede correr riesgo por ser LGBT+. Y ya ni hablar si eres una persona trans, donde te ponen trabas por si ya no luces como en tu foto de pasaporte. O cuando no reconocen tu identidad de género en los lugares a los que quieres ir.
6. Pedir trabajo sin que se les discrimine por su identidad u orientación sexual
Cuando una persona hetero va a buscar trabajo, que la discriminen por su orientación sexual o identidad de género no es algo de lo que tenga que preocuparse. Por el contrario, por la cabeza de una persona LGBT+ siempre pasa la posibilidad de que no la contraten por discriminación a su orientación sexual o a su identidad de género.
7. Acceder fácilmente a servicios de salud
¿Sabías también que hay lugares donde te niegan asistencia médica por ser LGBT+? Esto también se vuelve un problema para las personas trans. ¿Por qué? Porque tienen necesidades específicas de salud, como el tratamiento hormonal o las cirugías de reasignación de sexo, que los programas de salud pública no toman en cuenta.
8. Existir
Y, finalmente, una persona heterosexual no teme que su vida o su integridad física y moral vaya a ser violentada por su orientación sexual o su identidad de género. Existen países en los que ser LGBT+ se castiga con penas corporales e incluso la muerte. Países como Rusia, por ejemplo, tienen campos de concentración para homosexuales.
Es impensable la violencia y la discriminación que la comunidad LGBT+ vive día con día en todo el mundo. Es por eso que seguimos marchando, que seguimos levantando nuestras voces.
Mientras no podamos vivir con los mismos derechos que cualquier persona sin importar su orientación sexual o identidad de género, le seguiremos gritando al mundo que estamos aquí.