Las culturas laborales incómodas para los LGBT+ son más comunes de lo que crees. Descubre si ocurren en tu trabajo y qué hacer al respecto.
Rara vez nos pasan por la cabeza las culturas laborales incómodas para los LGBT+ cuando pensamos en un empleo. Casi siempre imaginamos cómo sería trabajar en compañías transnacionales reconocidas; por ejemplo, en Scotiabank, Google, Facebook, Microsoft, Coca-Cola Femsa, Lala, Bimbo y demás.
Pero la realidad es que no siempre vamos a laborar en un gran corporativo, y es bueno saber que aunque así suceda, cada compañía tendrá su propia cultura y forma de vivir el día a día organizacional.
¿Cómo encajamos las personas LGBT+ en las culturas laborales?
Es algo variado. Hay muchas empresas que son muy LGBT-friendly y que su cultura está llena de elementos para la inclusión, no discriminación y promoción de los entornos organizacionales favorables. Por otro lado, hay empresas que no cuentan con dichos modelos y estructuras que nos permitan integrarnos efectivamente, lo cual genera culturas laborales incómodas para los LGBT+.
Según datos de la primera Encuesta latinoamericana sobre diversidad sexual, acoso, violencia y discriminación en el ámbito laboral (2020), realizada por la consultora Nodos, en México el 66% de las personas que han sido víctimas de violencia o discriminación laboral deciden no denunciar. Esto se debe a que lo consideran no necesario, pues al no haber políticas en las empresas, la mayoría de las veces no ocurre nada.

Entonces, hablando de culturas laborales, encontraremos que hay situaciones que damos por hecho —las normalizamos— cotidianamente en una empresa y que no son correctas. Pueden provocarnos incomodidad e incluso ser una forma de violencia laboral.
Por ello, veremos cinco ejemplos de culturas laborales incómodas para los LGBT+ que pueden suceder en tu trabajo y que debemos dejar de normalizar:
1. Que te pregunten si te gustan los chicos o las chicas
No hay nada más molesto que en tu lugar de trabajo te comiencen a interrogar sobre temas de la vida personal. Además, esta pregunta es un tanto invasiva. Cada persona decide qué comentar y qué no, sobre todo con los compañeros de trabajo. Mi recomendación es ser cortés y poner desde el inicio un alto a quien te pregunte, ya que después te harán consultas más incómodas.
2. Que hagan comentarios burlones sobre tu identidad u orientación sexual
Nunca falta en la oficina el personaje —con pésima autoestima— que gusta de ponerles apodos a las personas o burlarse de ellas por cualquier pretexto. Eso es sin duda una falta de respeto, y las empresas deben contar con mecanismos para minimizar ese tipo de ofensas. En caso de que no exista nada similar, acude a RRHH para comentar que determinados compañeros te están afectando y que la organización debe tomar cartas en el asunto.

3. Que te pregunten quién es el hombre de la relación
Cuando sales del clóset, lo haces porque buscas sentirte bien en el contexto en el que estás. De cierto modo, abres tu identidad a los demás. Por eso, es bastante grosero que si te has sincerado con tus compañeros de trabajo, te pregunten si tú eres el hombre o tu pareja —es indistinto si eres gay, lesbiana, trans, etcétera—. Nuevamente, creo que desde el principio es prudente poner un alto a los demás y evitar que sigan transgrediendo tu individualidad.

4. Que tu jefe te pida una junta para entender la situación
En algunas ocasiones, probablemente tu jefe busque un espacio para hablar contigo sobre temas de tu identidad, tu orientación sexual o tu expresión de género. Aunque parece ser un gesto de empatía ‘para entender’, muchas veces esas juntas acaban en situaciones superincómodas. Acaban interrogándote y sientes presión por contestar porque al final es tu jefe quien pregunta. Mi recomendación es que en cuanto identifiques que eso sucede, tomes tu distancia y plantees qué te está molestando. Deja claro que tus temas personales no tienen por qué estar a discusión mientras no interfieran con los objetivos de tu puesto.

5. Que te consideren reto personal de conquista
En muchas empresas, al saber que eres LGBT+, surgen compañeros que se lo toman como un nuevo reto de conquista. Comienzan a insinuar situaciones, invitarte a salir o incluso a proponerte sexo casual. Aquí depende mucho de lo que tú quieras. Por ello, la recomendación es siempre tener precaución y estar consciente de que en algunas ocasiones puede volverse un tema de hostigamiento o acoso.
Como podemos notar, el tema sigue siendo difuso y tal vez una o varias de estas situaciones ya te han pasado. Recuerda que lo importante es evitar normalizar la discriminación, el acoso y las culturas laborales incómodas para los LGBT+, que al final se traducen en que nos acostumbremos a no denunciar ni decir nada. ESTO ES LO QUE DEBES HACER SI TE DISCRIMINAN EN TU TRABAJO POR SER LGBT+.
Aún queda mucho camino por recorrer y que muchas voces se sigan haciendo escuchar para que estas realidades organizacionales cambien.
¿Has vivido algo similar derivado de culturas laborales incómodas para los LGBT+? Platícanos qué te pasó y cómo lo resolviste.
Con información de Nodos