¿En serio no conoces a los Huipas? ¡Fueron un cuarteto de asesinos seriales gays e indígenas en Sonora! Aquí su terrorífica historia.
Los Huipas son famosos porque cometieron crímenes inimaginables en los años 50, debido a su homosexualidad reprimida y el rencor que le tenían a la sociedad.
Este cuarteto de serial killers pertenecía al grupo étnico mayo. Las personas que lo conforman son conocidas como ‘yoremes’, y en su mayoría se localizan al sur y norte de Sinaloa, Sonora y Durango.
Compadres, primos… y amantes
Eusebio Yocupicio Soto, Adelaido Huipas Quijano, Leonardo Yocupicio Huipas y Basilio Humo Valenzuela eran primos de primer y segundo grado… y eran amantes.
Sip. Estos cuatro asesinos seriales mantuvieron una relación incestuosa durante años y esa fue una de las razones por las que su comunidad los discriminaba.
Todos eran nativos de Huatabampo, Sonora. Lo curioso aquí es que el incesto no era lo que le preocupaba a la sociedad, sino el hecho de que fueran homosexuales.
Entonces, debido a que eran analfabetas, homosexuales, pobres y borrachos, los Huipas fueron marginados por su comunidad… y así fue como el rencor de estos hombres fue creciendo. Pero nadie imaginó que su venganza sería tan cruel, salvaje y despiadada. CONOCE LA HISTORIA DE ESTOS OTROS ASESINOS SERIALES DE HOMOSEXUALES.
Modus operandi
En un inicio, los Huipas elegían como blanco a quien se burlaba de ellos por su estatus en la comunidad, pero específicamente a quienes se burlaban de su homosexualidad.
Eusebio era el líder y él era el que se encargaba de calendarizar los asesinatos. Sí, planeaban sus asesinatos y los ponían en un calendario. Uno de los primeros crímenes registrados fue el asesinato de Lorenzo, uno de los amantes de Eusebio y Leonardo.
Los habitantes de su comunidad aseguran que era muy común ver a los Huipas peleándose entre ellos afuera de la cantina del pueblo, pues casi siempre estaban ‘pasados de copas’.
Y también es bien sabido que estos primos y amantes compartían a sus ligues. Mismos que —la mayoría de las veces— terminaban muertos.
Generalmente, utilizaban un marro (que es algo así como un martillo) de mezquite para matar a sus víctimas. Pero lo más fucked up de todo es que, antes de matar a sus presas, los Huipas los torturaban y posteriormente ¡les cortaban el pene y los testículos!
Ese atroz acto se convirtió en su ‘sello’, su ‘insignia’ como asesinos seriales. Es más, hasta empezaron a coleccionar sus ‘trofeos’.
Después de mutilarlos, colgaban los penes de sus víctimas en las paredes y en ocasiones los empalaban para mantenerlos erectos. Luego enterraban los cuerpos (o más bien, los restos) de sus víctimas y muchas de las veces ¡todavía estaban vivos cuando los sepultaban!
Busted!
Los Huipas se salieron con la suya un buen rato, pero la desaparición de sus víctimas se convirtió en algo muy evidente.
Cuando un chico llamado Vicente desapareció, su padre, don Felipe, no descansó hasta descubrir qué le había pasado a su hijo. Y obviamente así fue como, después de años de llevar a cabo sus macabros rituales —todos en la pocilga de Eusebio, el ‘líder’—, los atraparon el 13 de abril de 1950.
Por supuesto que, después de que los Huipas confesaron sus múltiples crímenes, los sentenciaron a muerte (fusilamiento).
Pero después de la abolición de la pena de muerte en México, cambiaron su condena a 30 años de prisión. CHECA LA LISTA DE PAÍSES DONDE CASTIGAN LA HOMOSEXUALIDAD CON PENA DE MUERTE.
Eusebio y Basilio murieron en la cárcel a causa de tuberculosis. Leonardo y Adelaido fueron liberados después de cumplir su condena. Y nunca más se supo nada de ellos.
Ahora que ya conoces a los Huipas, ¿crees tener pesadillas con estos asesinos seriales norteños?
Con información de Leyendas Legendarias y Vice