Si eres una persona con VIH y no sabes si podrás aplicarte la vacuna contra la COVID-19, aquí te resolvemos todas tus dudas.
Muchas personas con VIH tienen dudas sobre si es seguro ponerse la vacuna contra la COVID-19. Por eso nos dimos a la tarea de explicarte a detalle esta interrogante.
Universidades y empresas farmacéuticas de todo el mundo se están apresurando para crear una vacuna que permita prevenir el contagio de COVID-19. En algunos meses, cuando la vacuna esté lista, gobiernos e individuos se apresurarán a comprarla. Sin embargo, existe la duda sobre el hecho de que personas con algunas situaciones de salud, incluyendo el VIH, se la podrán poner de una manera segura.
¿Qué sabemos hasta el momento?
En general, las vacunas existentes son muy seguras para toda la población, incluyendo personas con VIH. De hecho, se recomienda fuertemente que quien vive con VIH cuente con un esquema completo que incluya la inmunización contra la influenza estacional, el meningococo, el tétanos, la difteria y el neumococo. También se recomiendan las vacunas contra infecciones de transmisión sexual como la hepatitis B y el virus del papiloma humano (VPH). La única vacuna que no es recomendada —pero que no importa si ya la tienes— es la de la varicela, debido a que contiene un ‘virus atenuado’. Es decir: está vivo y potencialmente podría provocar alguna complicación menor.
Si tomo medicamentos para el VIH, ¿estoy protegido contra COVID-19?
Entonces, ¿cuándo salga la vacuna contra la COVID-19 se podrá aplicar a personas con VIH?
Lo más seguro es que sí. Recientemente, grupos de personas con VIH se quejaron porque un par de ensayos clínicos que se estaban llevando a cabo en EE. UU. no incluyeron a personas con VIH entre los participantes. La razón que dieron las empresas de investigación fue que no querían poner en riesgo a quien tuviera VIH. Sin embargo, no había una razón bien sustentada, por lo que al final decidieron sí incluir a personas que tienen el virus entre sus sujetos de estudio.
Las personas con VIH que están en tratamiento y tienen una cargan viral indetectable no tienen de qué preocuparse para ponerse una vacuna. De hecho, la probabilidad de que una persona con VIH contraiga hepatitis B o VPH es mayor en comparación con la población que no vive con VIH, así que ambas serán de gran utilidad para prevenir que dichos virus ataquen el hígado o provoquen verrugas genitales y lesiones cancerígenas, respectivamente.
¿Y para cuándo la vacuna contra el VIH?
Otra pregunta que nos han hecho constantemente es, ¿cómo es posible que desarrollen una vacuna para prevenir la COVID-19 en menos de un año y para el VIH lleven casi 40 años investigando y aún no tenemos nada?
. Las razones son múltiples, pero sin duda una de las principales es que el mundo tardó años en darse cuenta de la importancia de la epidemia del VIH ya que, en un principio, sólo afectó a ciertos grupos de población. Esto provocó que gobiernos y compañías de todo el mundo pensaran que no era tan urgente.
Además del aspecto político, se encontró que los mecanismos con los que actúa el virus en el cuerpo humano son muy complejos. Y, hasta la fecha, a pesar de que se han intentado muchas técnicas, no se ha logrado evitar la transmisión del VIH. Por otro lado, los coronavirus, familia a la que pertenece el SARS-CoV-2, tienen mecanismos más ‘sencillos’ de infección que los retrovirus, que es la familia a la que pertenece el VIH.
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Esperemos que muy pronto, la ciencia y la industria permitan tener una vacuna que prevenga la COVID-19. Pero también esperamos que muy pronto contemos con una vacuna contra el VIH.