La asociación civil Convihve brinda apoyo y hasta techo a quienes viven con VIH, pues también funge como albergue. Conoce a las tres personas que hicieron esto posible.
Convihve es una asociación civil de respuesta al VIH en Michoacán con más de 20 años de trabajo, y lleva 18 siendo el único albergue para personas que viven con VIH en el estado.
Como albergue, Convihve ha abierto sus puertas no solo a personas con VIH y sus familias, sino también a organizaciones de la diversidad sexual y de trabajadoras sexuales. Asimismo, ha sido centro de acopio en apoyo a su comunidad vecinal, a víctimas de catástrofes como el sismo en septiembre de 2017, entre otras.
Con motivo del Día de Muertos, quisimos recordar a tres personas clave de Convihve, cuya labor fue fundamental para que hoy se siga apoyando a quienes viven con VIH tanto por medio de la asociación como por el albergue.
Alejandro Cedeño
Humano, valiente, Alejandro Cedeño nació en Morelia, en 1961. Estudió medicina y desertó a mitad de la carrera por homofobia. Fue entonces que se mudó al entonces Distrito Federal, donde estudió para convertirse en docente, a la par que se involucró en activismos por la diversidad sexual y personas viviendo con VIH.
Durante su vida en DF, Alejandro Cedeño fue diagnosticado con VIH. Cedeño regresó a Morelia, donde se enfrentó a los malos tratos del sistema de salud motivados por vivir con el virus, e inicia su militancia a favor de la atención médica digna para las personas con VIH. Además de contactar a otros pacientes, formó un grupo de apoyo que posteriormente se convertiría en Convihve, organización que él presidió. TE DECIMOS QUÉ HACER SI TU PRUEBA DE VIH SALE REACTIVA.
Recordado por su frente en alto y voz clara cuando declaraba su diagnóstico, por dar cara al movimiento de respuesta al VIH en Michoacán, y por velar al lado de las camas de hospitales por la digna atención de pacientes, Alejandro Cedeño tiene un lugar permanente en el altar de Convihve y de las personas que a lo largo de los años apoyó a enfrentar su diagnóstico.
Carmelita Hurtado Sosa
Empresaria dedicada a los bienes raíces, estricta y fuerte, como la describen quienes la conocieron. Tras recibir un diagnóstico de insuficiencia renal, Carmelita decidió encargarse de distribuir su dinero a organizaciones civiles, en proyectos de apoyo permanentes, asegurando así continuidad a su legado altruista.
Por recomendación, se encuentra con el trabajo reciente de Convihve, quienes se habían formado apenas hacía dos años como asociación, y que buscaban un lugar establecido para laborar. Conociendo las necesidades de la asociación, Carmelita Hurtado Sosa decidió comprar y donarles la casa que el día de hoy funciona como albergue para personas viviendo con VIH en Manuela Medina #567 de la colorida colonia Jacarandas, en Morelia.
Miguel Ángel Martínez Ríos
Activista LGBT+, alegre, bonachón, generoso y curioso, Miguel Ángel Martínez Ríos fue compañero de Alejandro Cedeño los últimos años de su vida y se dedicó al albergue de Convihve. Movido, como es descrito, y tesorero de Convihve, se esforzaba por conseguir todo apoyo posible para la organización y los pacientes recibidos. Medicamentos, comida, servicios y herramientas de trabajo, aun antes de él recibir su diagnóstico y saber que vivía con VIH, fueron los recursos que hasta el final de su vida se esforzó por que nunca faltaran en la asociación.
Extrañamos su alegría, su sonrisa, su copa que tomaba cada 8 días, y el cariño que derrochaban sobre la perrita que compartía con Alejandro.
Agradecemos a Juan Bosco Valle, presidente de Convihve, por abrirnos su corazón y su memoria para permitirnos recordar juntos a estas tres personas.