La Comisión de Derechos Humanos del Estado de Yucatán (Codhey) presume fotos al lado de grupos evangélicos y cristianos mientras activistas LGBT+ denuncian falta de atención.
En un contexto en el que la violencia contra la comunidad LGBT+ se ha recrudecido, la Comisión de Derechos Humanos del Estado de Yucatán (Codhey) se mostró muy satisfecha de recibir a evangélicos y cristianos. A través de Twitter, la Codhey informó el 9 de noviembre de 2021 que la reunión había encontrado como motivo «abordar temas de libertad de culto y religión».
Si bien son temas importantes, llama mucho la atención que el órgano opte por hacerlos prioritarios en un ambiente en el que otros grupos de la población han pedido su intervención. Así como se detalla en su sitio web, la Codhey «formula recomendaciones públicas no vinculatorias». Es decir: sus atribuciones son limitadas. Sin embargo, es una de las mediaciones entre la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) y «organismos internacionales de protección de derechos humanos».
Tan pronto la Codhey presumió las fotos al lado de los evangélicos y cristianos, se denunciaron las omisiones con relación a las demandas de la comunidad LGBT+. «Pregúntele a la Comisión Estatal de Derechos Humanos de Yucatán cuándo se reúnen con colectivos LGBTQ+ y postean al respecto…Así es, nunca», escribió el activista Alex Orué (It Gets Better México) como respuesta.
¿Por qué nos indigna?
Más allá de volver conflictiva la premisa de que la labor de estas instancias debe respetar el principio de laicidad, llama la atención que la Codhey centre su tiempo en recibir a grupos que han sido señalados por incitar a la discriminación. Además, se ha mantenido al margen respecto a la situación por la que atraviesa la entidad.
El sábado 6 de noviembre de 2021, un masajista gay dio a conocer que fue víctima por parte de la Policía estatal. Manifestó que los uniformados lo amenazaron con recibir el mismo trato que José Eduardo Ravelo. Aunque la denuncia alcanzó gran visibilidad en Twitter, la Codhey no hizo pronunciamiento alguno. No es la primera vez. CHECA CÓMO LA POLICÍA DE YUCATÁN AMENAZÓ AL MASAJISTA GAY.
Tampoco se supo su postura respecto a la resolución que dio la Fiscalía General de la República (FGR) con relación al caso de José Eduardo. La última recomendación que hizo la Codhey sobre la violencia policial en Yucatán corresponde al 13 de septiembre de 2021.
Un año lleno de razones para que la Codhey colocara a la población LGBT+ como grupo prioritario de atención y escucha
Mientras la reunión con los evangélicos y cristianos ha sido presumida y prioritaria para la Codhey, la comunidad LGBT+ yucateca todavía no olvida el silencio ante la represión en las manifestaciones. El 15 de marzo de 2021 activistas de las disidencias sexogenéricas se dieron cita en el parque La Mejorada. Abogaban por la aprobación del matrimonio igualitario.
A pesar de que las y los manifestantes reiteraron en varias ocasiones que se trataba de un evento pacífico, las autoridades les intimidaron. Cuando denunciaron dicha vulneración al derecho a la protesta, el presidente municipal de Mérida, Renán Barrera, comentó que no había razón para disculparse. No hubo intervención por parte de la Codhey. No abordó el tema en redes sociales ni en el apartado de recomendaciones en su sitio web. Mucho menos contactó a activistas para charlar sobre la problemática.
Sumado a los incidentes de 2021, otra de las cosas que no olvida la comunidad LGBT+ son los transfeminicidios en los centros penitenciarios de Yucatán. Si bien no se señaló directamente a la Codhey, se habló sobre la falta de profundidad en las inspecciones.
Cabe destacar que en la sección de recomendaciones generales —mismas que datan desde 2005— no hay una sola en pro de la comunidad LGBT+. Uno de los pocos documentos que podemos rastrear en el sitio electrónico del organismo es la acción de inconstitucionalidad contra el decreto 219, que pretendía modificar la Constitución y la Ley del Registro Civil del estado. En ese entonces (agosto de 2009), las organizaciones demandantes fueron YucaTrans, Círculo Cultural Gay “Ricardo Zimbron Levy” y Red de Personas Afectadas por VIH. Aun así, con todo lo que reportan activistas LGBT+ de Yucatán, parece que las acciones de la Codhey han sido raquíticas.