Alberto Linero, un exmilitar abiertamente gay, contó que además dos superiores lo acosaron sexualmente en el Ejército español.
Para nadie es un secreto que el Ejército suele ser una institución machista y homofóbica, pero el caso del exmilitar gay Alberto Linero demuestra que la otra cara de la discriminación es la homosexualidad reprimida y el acoso silencioso.
En 2006, Alberto se convirtió en el primer militar gay que contrajo matrimonio en España. Este hecho lo catapultó a la fama en su país. Sin embargo, también lo expuso a la discriminación por parte de sus compañeros. Y, además, al acoso sexual por parte de sus superiores.
Malos tratos
El día de su boda, Alberto usó la réplica de un uniforme militar de gala. El soldado y su pareja, que también era integrante del Ejército, tuvieron que usar una copia porque, según relata, la institución no quería que el uniforme apareciera en una boda gay.

Sin embargo, ese sería apenas el primero de los actos discriminatorios y de acoso de los que sería objeto el ahora exmilitar durante su paso por el Ejército, todo por el simple hecho de ser gay.
Casi 14 años después, Alberto Linero contó que tras saltar a la fama por su boda, sus compañeros comenzaron a tratarlo distinto:
«A diario me machacaban psicológicamente con el tema de mi homosexualidad. Recibí muchos insultos por eso».
El exmilitar recuerda que sus compañeros hacían referencia a la homosexualidad como una ‘enfermedad’ y hablaban de ‘curarlo’. Ante estos episodios, a Alberto no lo quedaba más remedio que solicitar el apoyo de la Policía Militar para que cesaran los ataques verbales.
Víctima de acoso sexual
El exmilitar dijo a El Cierre Digital que la experiencia que más lo marcó dentro del Ejército fue el acoso de sus superiores cuando se enteraron de que era gay. No una, sino dos veces, altos mandos de la institución le hicieron insinuaciones sexuales.
La primera, relata, ocurrió a manos de un teniente coronel que ejercía como sacerdote:
«Al quedarnos solos en la cafetería, me hacía proposiciones indecentes […] Me proponía que me cambiaría de sitio dentro de la base a cambio de tener algo con él».
Linero denunció al teniente coronel. Sin embargo, lo único que logró fue que cambiaran de base a su acosador.
Más tarde, el ahora exmilitar volvió a sufrir acoso por ser gay, ahora por parte de su superior directo en el Ejército. Alberto cuenta que, en una ocasión, el teniente en cuestión se bajó la bragueta frente a él y le hizo insinuaciones sexuales.
Excluido
Rechazar esa invitación terminaría por costarle a Linero su salida del Ejército de España. El eximilitar cuenta que su superior hizo todo lo posible por impedirle renovar su contrato.
Le pedían pruebas físicas sin justificación y, cuando las aprobaba, lo hacían repetirlas. Finalmente, le daban evaluaciones negativas, por lo que la institución lo despidió.
Sin duda, el acoso al interior del Ejército en contra de este exmilitar gay demuestra las consecuencias negativas del machismo, que lleva a algunas personas a reprimir su orientación sexual y manifestarla solo en la clandestinidad.
Con información de El Cierre Digital