El Comité Olímpico Internacional (COI) estableció nuevos lineamientos para la inclusión de personas trans e intersex en el deporte, con lo que podrían evitarse injusticias como la ocurrida con el atleta Jordi Torremadé.
Muchas décadas antes de la polémica por el caso de la atleta Caster Semenya y su exclusión de los Juegos Olímpicos de Tokio 2020, se cometió otra gran injusticia en el deporte contra Jordi Torremadé, atleta intersex español que batió muchos récords de su país y de Europa en la década de los 30 del siglo pasado.
En 1941, Torremadé se enteró de que era intersex y que se le asignó un género equivocado debido a un diagnóstico erróneo al nacer. Finalmente, el atleta decidió emprender una transición para poder mostrarse como lo que siempre se sintió: un hombre. Sin embargo, la decisión provocó que las autoridades deportivas borraran los registros de récords y triunfos.
La historia de Jordi Torremadé
Jordi nació en Barcelona en 1923. Desde su infancia, destacó en varios deportes. Se integró a equipos locales de baloncesto y hockey sobre pasto, hasta que incursionó en el atletismo.
Cuando Jordi Torremadé empezó a practicar deporte, el atleta español no sabía que era una persona intersex. Ya que al nacer se le nombró como mujer, empezó a participar en competencias femeniles. A los 19 años obtuvo triunfos en campeonatos nacionales de atletismo en las carreras de 100 metros, 200 metros y 800 metros, así como en las pruebas de salto de altura y salto de longitud. Además, rompió el récord europeo en la carrera de 60 metros con un tiempo de 7.71 segundos.
Síndrome de Morris
Pero los triunfos deportivos no lograban que Jordi se sintiera feliz. Aunque presentaba características femeninas, el joven siempre se sintió como un hombre. Por ello, a los 19 años, la estrella del atletismo español acudió al médico.
Para su sorpresa, en 1941 el atleta Jordi Torremadé se enteró de que era una persona intersex. El médico lo diagnostico con el síndrome de Morris. Se trata de una condición que impide al cuerpo de las personas con cromosomas X y Y responder a las hormonas masculinas. Por ello, su cuerpo adquiere características físicas femeninas, aunque tiene los caracteres genéticos masculinos. CHECA ESTOS 5 DATOS QUE DEBES SABER SOBRE LA INTERSEXUALIDAD.
Ese mismo año, Torremadé se sometió a una cirugía para modificar su apariencia. Posteriormente, cambió el nombre que se le asignó al nacer por el de Jordi y se registró como hombre.
Le arrebataron sus triunfos
En 1942, un diario local se enteró de que Jordi Torremadé había cambiado de género. «La plusmarquista es en realidad un hombre que ha estado compitiendo travestido», publicó el periódico Informaciones sin conocer el caso y haciendo del tema un escándalo. La nota llegó a oídos de las autoridades españolas, que le quitaron sus triunfos y borraron sus récords sin siquiera notificarle.
Ya como hombre, Torremadé siguió practicando atletismo. Incluso logró obtener un triunfo en el campeonato de Cataluña en la carrera de relevos 4 por 100. Sin embargo, pasaba sus días en Cataluña siendo acosado. Por ello, en 1959 se mudó a París junto con Catalina, una chica a quien no le importó ser desheredada por sus padres con tal de casarse con él. Jordi pasó el resto de sus días junto a Catalina hasta que falleció en 1990 a la edad de 67 años.
Inclusión intersex en el deporte
En España, las autoridades no solo le arrebataron sus triunfos a Jordi Torremadé. De hecho, el régimen franquista usó el caso como pretexto para prohibir el deporte femenil. Tras conocerse la historia de Jordi, el Gobierno decretó la prohibición de que las mujeres practicaran deportes. ¿Su argumento? Que el deporte ‘masculinizaba a las mujeres’ y las alejaba de «su función natural que era la maternidad».
Dicha prohibición misógina es uno de los antecedentes de los argumentos contra la participación de personas trans e intersex en el deporte. En tiempos recientes, una de las afectadas por este tipo de restricciones es la atleta Caster Semenya, quien se negó a someterse a un tratamiento para reducir sus niveles de testosterona, por lo que fue excluida de los Juegos Olímpicos de Tokio 2021.
Apenas el 16 de noviembre de 2021, el COI publicó un marco para la inclusión de las personas trans e intersex en el deporte. El marco establece que se deberá respetar la forma en que las y los atletas se identifican y no se les deberá someter a tratamientos médicos innecesarios.