Un joven con VIH sufrió discriminación en múltiples ocasiones al intentar conseguir un crédito hipotecario para adquirir su departamento.
Entre la ignorancia y la discriminación en el mercado hipotecario, vivir con VIH convierte en una odisea la simple solicitud de un crédito.
Los bancos y los brokers hipotecarios —intermediarios entre los solicitantes de crédito y las instituciones bancarias— no ven a quienes viven con VIH como personas. Por el contrario, los ven como «negocios de alto riesgo». Aunque en realidad esos riesgos solo existen en sus cabezas.
Hoy en día, vivir con VIH no equivale a una sentencia de muerte. Pero por desgracia, todavía equivale a una sentencia de discriminación y prejuicios.
«Te ven como a un muerto en vida»
Un hombre que vive con VIH contó a Homosensual —bajo condición de anonimato— las experiencias de discriminación que sufrió durante su búsqueda de un crédito hipotecario.
El protagonista de esta historia tiene alrededor de 30 años. En junio de 2018 comenzó a buscar un crédito a través de brokers hipotecarios. Sin embargo, tardaría casi un año en conseguir el préstamo. Esto a pesar de que es joven, cuenta con un ingreso y un empleo estables, cumple con todos los requisitos para acceder a un crédito y vive en CDMX, la ciudad que supuestamente es la más progresista del país.
Y es que, al enterarse de que vive con VIH, tres distintos brokers hipotecarios se negaron a canalizar su solicitud a los bancos con el argumento de que irremediablemente sería rechazada:
«Ellos ya sabían por casos anteriores que el banco no se presta a créditos riesgosos. Si a ellos les parece que es un riesgo, la respuesta es no. Te ven como a un muerto en vida».
Oídos sordos
No hay argumento que justifique la discriminación hacia una persona que vive con VIH en la adquisición de un crédito hipotecario. Los tratamientos antirretrovirales disponibles permiten vivir una vida normal.
Ante los prejuicios y la discriminación, el protagonista de esta historia intentó responder con información. Explicó a los brokers hipotecarios que su carga viral era indetectable, y por lo tanto, también intransmisible. También les contó que lleva una vida normal gracias a sus medicamentos. Sin embargo, ninguna explicación bastó:
«Eran oídos sordos. Ni siquiera intentaban entenderlo. No dudo que ellos tuvieran el interés de entenderlo. Pero creo que de todos modos sabían que iba a ser una negativa por parte del banco».
Los brokers nunca explicaron por qué es supuestamente riesgoso otorgar un crédito hipotecario a alguien con VIH, lo cual puso en evidencia que en realidad se trataba de un caso de discriminación:
«No tuve mayor explicación. No sé si lo hicieron por necedad o por ignorancia, o si son demasiado cautelosos por si me quedo sin medicamentos. Simplemente fue un no».
Trato distinto
Luego de tres intentos fallidos, en junio de 2019 un broker y un banco finalmente accedieron a otorgar un crédito hipotecario al joven con VIH, pero eso no detuvo la discriminación en su contra. El trato fue desigual y también lo fueron las condiciones del crédito.
Para empezar, el banco solicitó al joven que se realizara exámenes médicos. Esto a pesar de que él contaba con sus propias pruebas de laboratorio. Además, el proceso de investigación tardó cerca de 10 meses. Finalmente, el banco otorgó el préstamo. Sin embargo, técnicamente tampoco se lo dio a una persona con VIH: el joven tuvo que pedir apoyo a su madre para que el crédito fuera conjunto.
«Al final se pudo. Ya tengo mi departamento. Lo sigo pagando, pero la hipoteca es alta. Y la razón es porque hay una prima extra de seguro por el tema del VIH. Aunque fueron los únicos que accedieron, estoy pagando más, solo por eso».
Vivir con discriminación
Cuestionado sobre si consideró denunciar ante alguna instancia el caso de discriminación en su contra, el joven que vive con VIH aseguró que nunca le pasó por la mente, pues una vez obtenido el crédito hipotecario decidió enfocarse en el futuro.
Asimismo, explicó que el proceso de solicitar el crédito y cuidar de su salud fue demasiado desgastante. Por ello, prefirió no sumar una preocupación más, como la de los trámites de una denuncia o una queja ante Conapred. AQUÍ TE DECIMOS QUÉ DEBES HACER SI TE DISCRIMINAN EN TU TRABAJO POR SER LGBT+.