Hay que dejar unas cosas en claro, si eres gay y tienes un amigo con derechos debes ser muy cuidadoso para no arruinarlo y pasarla genial.
Estos son algunos aprendizajes que me dejó la primera ocasión que tuve un amigo con derechos, seguramente te serán de mucha utilidad si estás pensando en tener uno.
Recuerda que antes de otorgarle a un hombre gay, bi o pan los beneficios de ser tu amigo íntimo es importante que conozcas algunas cosas para que la relación sea un ganar-ganar.
Nunca pedimos exclusividad
A ver, éramos amigos y nada más, tal como lo decía Ana Gabriel. Sí, existían ciertos privilegios, pero esto no significaba que él o yo no pudiéramos tener otras amistades con las que también teníamos ‘encuentros’.
La primera vez que tuve un vínculo de este tipo aprendí que debo dejar (y tener) en claro que la relación era de ayuda mutua en momentos de calentura. A veces me tenía que repetir a mí mismo: ¡él no es mi novio!
El condón es obligatorio con un amigo con derechos
Esto es algo que no puede faltar cuando uno empieza a tener un amigo con derechos. No hay excusas, siempre que mi amigo y yo nos aventábamos un palito nos cuidábamos, sin excepción.
Para estar seguros y disfrutar cada encuentro recurríamos a los condones SICO®, que tienen alternativas con sabores dulces únicos. El favorito de mi amigo era el de cereza, pero también es posible explorar otros sabores como chocolate y fresa. ¡Tú decides cómo vivir tu sexualidad!
Los celos están prohibidos
Con base en la primera ocasión que tuve un amigo con derechos, sé que es normal experimentar un poco de celos cuando nos enteramos de que nuestro amigo está con otra persona. Pero me puse a pensar con objetividad, ¿de qué me podían dar celos?
No éramos pareja, únicamente nos ‘faltábamos al respeto’ en la cama. Y le dejé claro a mi amigo que él tampoco podía celarme, eh.
Esperábamos varios días antes de vernos para que no se fuera la magia de los amigos con derechos
La ventaja de tener un amigo con derechos es que podía saciarme ‘las ansias’ cuando me hacía falta. Hubo una temporada en la que nos veíamos muy seguido, por lo que la amistad se volvió monótona. Así qué chiste.
Como recomendación, algo que nos ayudó a salir de esa monotonía fue experimentar con los productos SICO®. No es por contar intimidades, pero probar el lubricante con sabor cereza le dio un giro de 180 grados a toda nuestra experiencia. Además, todo resbalaba sin complicaciones.
Tratamos de no excedernos en el romanticismo y la cursilería
Este fue otro de los aprendizajes que me quedaron después de aquel primer amigo con beneficios que tuve: no excederme en lo cursi. ¿Por qué? Pues porque no éramos novios, solo por eso. Esto podría haber provocado que la amistad tomara un rumbo que no era y se arruinara todo.
Nos limitamos a ‘los derechos’
A veces tenía que recordarme que se trataba de un amigo con derechos, no mi mejor amigo. Sin duda, podía llegar a ser confuso descubrir hasta dónde llegaba el límite en esta relación. Me sucedió y las cosas se tornaron un poco incómodas mientras no estaban claros los límites.
El aprendizaje que me llevé es que el respeto y la aceptación del punto de vista de la otra persona es fundamental para poder disfrutar de un amigo con derechos. Y claro, en la intimidad, es importante saber qué sí y qué no va contigo. Por supuesto, la seguridad es vital en todo momento y los productos SICO® siempre son los mejores aliados para divertirte.
No hay que enamorarse de un amigo con derechos
A ver, sé que esto es quizá lo más complicado, pero es algo que debí entender para que mi relación de amigos con derechos funcionara. Cuando uno le entra a este tipo de vínculo es mejor separar un poco los sentimientos para no acabar con el corazón involucrado.
Ahora ya conoces mi experiencia y lo que aprendí cuando tuve un amigo con derechos.
PREVENCIÓN ES SALUD. PERMISO DE PUBLICIDAD NO. 223300201B1792
REG. SAN. NO. 0874C2019 SSA. LEA LAS INSTRUCCIONES DE USO DEL PRODUCTO.