El problema de la LGBTfobia institucional en México es como el del huevo y la gallina: ¿la discriminación hacia personas LGBT+ se origina en la sociedad y en la cultura o en las leyes e instituciones públicas?
La LGBTfobia institucional —es decir, la discriminación hacia identidades LGBT+ en instituciones públicas y leyes— repercute en los prejuicios, agresiones y crímenes de odio hacia personas con una orientación sexual o identidad de género no normativas.
Pero en un sentido inverso, el machismo y la homofobia presentes en la sociedad y en la cultura también permean en las personas que encabezan las instituciones o se encargan de elaborar las leyes.
Entonces, ¿qué hay que hacer para combatir la homofobia, lesbofobia, bifobia y transfobia? ¿Hay que construir leyes e instituciones más incluyentes para sensibilizar a la población en temas de diversidad? ¿O hay que sensibilizar primero en los ámbitos social y cultural para luego combatir la LGBTfobia institucional?
Experiencias de discriminación
Para responder a la anterior pregunta, revisemos las experiencias de discriminación de las personas LGBT+ mexicanas en instituciones de educación y salud. La mayor parte de los mexicanos se atienden en el sistema de salud pública. Se estima que el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) tiene 80 millones de derechohabientes. Esta cantidad equivale al 60 por ciento de la población.
¿Cuáles son las experiencias de LGBTfobia en instituciones de salud de acuerdo con la Encuesta sobre Discriminación por Orientación Sexual e Identidad de Género (Endosig) 2018 del Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación (Conapred)?
De acuerdo con la encuesta, 15.1 por ciento de las personas LGBT+ sufrió discriminación en servicios de salud. Las experiencias son similares en servicios de educación. El 17.9 por ciento de los encuestados reportó haber sufrido discriminación en la escuela. Sin embargo, los datos cambian si nos centramos en las experiencias de las personas trans.
El 32.1 por ciento de los hombres y el 28.2 por ciento de las mujeres trans sufrieron discriminación durante alguna atención médica. A su vez, el 38 por ciento de los hombres y el 31.7 por ciento de las mujeres trans sufrieron discriminación en la escuela. En ambos casos, las experiencias de discriminación de las personas trans prácticamente duplican las del promedio de la comunidad LGBT+. ¿A qué se debe? CONOCE EL TESTIMONIO DE UN HOMBRE TRANS SOBRE DISCRIMINACIÓN EN SERVICIOS DE SALUD.
Las leyes importan
Coincidentemente, las personas trans son quienes sufren mayor LGBTfobia institucional por parte de los organismos que se encargan de crear las leyes en México: los congresos.
En México, solo 13 de los 32 estados permiten a las personas trans modificar el nombre y la casilla de sexo en su acta de nacimiento a través de un trámite administrativo. En las 19 entidades restantes las personas trans deben recurrir a costosos y tardados amparos para modificar sus documentos.
En este ejemplo, la LGBTfobia institucional de los congresos y registros civiles impide a las personas trans modificar legalmente su nombre. Esto a su vez les impide presentarse en la escuela, en los hospitales o sus trabajos con el nombre y género con el que se identifican. Así, la discriminación de las instituciones públicas contra este sector de la comunidad LGBT+ se refleja en experiencias discriminatorias en ámbitos más cotidianos. CONOCE LOS DERECHOS DE LAS PERSONAS LGBT+ EN MÉXICO.
Matrimonio, adopción y crímenes de odio
Caso similar ocurre con otros derechos negados por las instituciones públicas a personas LGBT+. Por ejemplo: 13 de los 32 estados no permiten a las parejas conformadas por personas del mismo sexo contraer matrimonio civil. Además, solo nueve entidades permiten registrar a bebés con dos padres o dos madres. CHECA EN QUÉ ESTADOS HAY MATRIMONIO IGUALITARIO EN MÉXICO.
La LGBTfobia institucional también permea en la violencia. De acuerdo con la organización Letra S, en los cinco años más recientes fueron asesinadas 459 personas LGBT+. Sin embargo, solo en 14 estados se contemplan sanciones específicas contra quienes asesinen a una persona por su orientación sexual o identidad de género.
Entonces, ¿cómo exigir a la gente el respeto a los derechos de las personas LGBT+ cuando el propio Estado no garantiza esos derechos a través de sus leyes e instituciones?
El activismo y las exigencias de la comunidad deben centrarse en combatir la LGBTfobia institucional para crear instituciones públicas incluyentes que garanticen los derechos de las personas de la comunidad.
Con información de la Encuesta sobre Discriminación por motivos de Orientación Sexual e Identidad de Género 2018 y el Instituto Mexicano del Seguro Social