Aunque este martes celebró los primeros matrimonios entre parejas del mismo sexo, Costa Rica no es un país tan gay-friendly como pensarías.
Detrás de la legalización del matrimonio igualitario en el país centroamericano hay una serie de omisiones y resistencia por parte del Poder Legislativo que demuestran que a Costa Rica todavía le falta camino por recorrer para ser gay-friendly. E incluso hay una historia de persecución judicial contra la primera pareja lésbica que contrajo matrimonio, así como contra el notario que las casó.
Costa Rica oficialmente reconoce el matrimonio igualitario. Hoy celebramos la libertad, la igualdad y las instituciones democráticas. Que sean la empatía y el amor la brújula que nos permita salir adelante y construir un país donde quepamos todas las personas ???️?
— Carlos Alvarado Quesada (@CarlosAlvQ) May 26, 2020
Diputados se resisten
Si hoy el matrimonio igualitario es legal en Costa Rica, no es gracias a sus representantes populares.
Hasta este 25 de mayo, el Código de la Familia de Costa Rica prohibía el matrimonio entre personas del mismo sexo. Y los legisladores se negaron a cambiarlo.
Desde 2018, la Sala Constitucional determinó que el Estado debe «reconocer y garantizar todos los derechos que se deriven de un vínculo familiar entre personas del mismo sexo». La sentencia resultó de una opinión consultiva por parte de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, por lo que se otorgó al Congreso un plazo de 18 meses para legislar sobre el tema. Además, la Sala Constitucional advirtió a los diputados que de no legislar, quedarían derogadas todos los artículos que prohibieran el matrimonio entre personas del mismo sexo.
Sin embargo, el Congreso no sólo no acató la sentencia, sino que incluso intentó «patear el bote». Apenas el 12 de mayo, 26 legisladores pertenecientes a facciones cristianas y evangélicas solicitaron aplazar por otros 18 meses la entrada en vigor de la sentencia. Sin embargo, al vencerse el plazo, hoy el matrimonio igualitario es legal en Costa Rica.
Anulan primer matrimonio gay en Costa Rica
Otra muestra de que Costa Rica no es tan gay-friendly como pensarías es la persecución que sufre la primera pareja lésbica que logró que el Estado reconociera su unión civil.
Jazmín Elizondo y Laura Flores Estrada se casaron en 2015. Para hacerlo, aprovecharon que por error Jazmín fue registrada como hombre al nacer.
No obstante, un juzgado eliminó el matrimonio de Laura y Jazmín hace apenas dos semanas. Durante el proceso ambas enfrentaron la posibilidad de ir a la cárcel por tres años por el supuesto delito de «matrimonio prohibido». Y si bien ya lograron evadir la cárcel, todavía luchan por el reconocimiento de su unión en medio de la euforia de muchas parejas que pudieron acceder al matrimonio igualitario este 26 de mayo.
Persiguen a notario que ofició matrimonio lésbico
Pero Jazmín y Laura no son las únicas perseguidas. Marco Castillo, el notario que las casó, sufrió una inhabilitación de 14 años para ejercer su profesión. Además, fue acusado de «falsedad ideológica», por lo que podría enfrentar una sentencia de 18 años de cárcel.
Pero no todo es negativo. Por años, Marco fue la cara no visible de la lucha por los derechos de la comunidad LGBTQ+ en Costa Rica. Cuando nadie se atrevía a alzar la voz, él aparecía en entrevistas televisivas con el rostro difuminado. Lo hacía así para protegerse ante amenazas de represalias.
Hoy, en cambio, es la cara más reconocida del activismo gay en Costa Rica y este martes, a sus 76 años, por fin pudo casarse con su pareja, Rodrigo Campos. Ahora enfoca su lucha en los derechos de las personas transexuales.
Más allá del rechazo que persiste hacia la comunidad LGBTQ+ en Costa Rica, el país dio este 26 de mayo un paso importante con la legalización del matrimonio igualitario.