No todos los días una butch se deja crecer el cabello. Si tú estas a punto de dar este salto, espera vivir estos 5 singulares cambios.
Una vez cada cien años una butch tiene una crisis lo suficientemente fuerte como para querer un cambio radical. En un acto de valor, decide dejar de ir con el peluquero y enfrentarse a la feminidad que había escondido en lo más recóndito de su ser. Estos son 5 cambios que sufre una butch si le crece el cabello. TAMBIÉN TE CONTAMOS DE 10 PELÍCULAS EN DONDE ENCONTRARÁS UNA PAREJA LÉSBICA.
Le dejan de decir ‘joven’
Una de las primeras transformaciones que sufre una butch es perder sus poderes de androginia. Ya nadie se le queda viendo para tratar de descifrar si es hombre o mujer. Aunque su ropa pueda ser masculina, ninguna persona se equivoca diciéndole ‘joven’, ‘muchacho’ o ‘señor’.
Regresa a los radares de los hombres heterosexuales
No es que de repente los bugas estén sobre ella como buitres. Sin embargo, empieza a haber más miradas, más sonrisas un poco incómodas e incluso hasta más cortesías. Algunos hasta llegan a sostenerle la puerta y cederle el asiento en el autobús.
Regresa al radar de las vendedoras en los centros comerciales
Antes, ninguna de las vendedoras la volteaban a ver. Ahora, cada vendedora de cremas, perfumes, maquillaje y cualquier otro producto de belleza femenina se le acerca con una falsa esperanza, igual que su sonrisa, de poder conseguir una buena comisión con su venta.
Se tarda horas en bañarse y arreglarse
Cómo se quejaba cuando su novia se tardaba demasiado tiempo arreglándose, pero ahora la entiende por completo. A veces hasta se desespera de que el shampoo tarde tanto en quitarse. Y ni se diga de lo difícil, terriblemente tardado y doloroso que es quitarse todos los nudos. En ese momento recuerda por qué disfrutaba tanto tener el pelo corto. ESTAS SON 5 COSAS EN LAS QUE LAS LESBIANAS SOMOS BIEN INTENSAS.
Se llena de accesorios ‘femeninos’ para el cabello
No, no es que las vendedoras hayan conseguido una nueva clienta. Más bien, la butch que se atrevió a dejarse crecer el cabello ya se hartó de estarse arrancando, masticando, tragando y jalando el cabello a cada rato. Por eso se llena de ligas, diademas, pañuelos y otros accesorios que le quiten toda esa maraña de la cara, al menos en lo que aprende a peinarse otra vez.
Al final, cualquier butch que decide dejarse el cabello largo se acostumbra a él. Lo comienza a tener presente en sus looks y se da cuenta de que, en realidad, su masculinidad y su feminidad no se ven afectadas por su nuevo estilo. No importa qué tan largo se lo deje, seguirá siendo igual de ruda, aunque con un toque menos de androginia. TE COMPARTIMOS 5 EJERCICIOS PARA CONSEGUIR UNOS BRAZOS DE LEÑADORA.