viernes, abril 26, 2024

Argentina: ¿Qué sucedió con población LGBT+ en dictadura militar?

En Argentina, el 24 de marzo (24M) se conmemora el Día Nacional de la Memoria por la Verdad y la Justicia, por lo que es importante saber qué ocurrió con la población LGBT+ durante la dictadura cívico-militar (1976-1983).

El golpe de Estado del 24 de marzo de 1976 y el consecuente inicio de la dictadura cívico-militar (disfrazada del nombre Proceso de Reorganización Nacional) tuvo implicaciones de violencia para la población LGBT+ en Argentina. Durante décadas, colectivos dedicados a la defensa de derechos humanos han denunciado que, pese a los esfuerzos, siguen sin haber cifras oficiales de las detenciones arbitrarias, persecuciones políticas, desapariciones forzadas, casos de tortura y asesinatos de personas de las diversidades sexogenéricas.

Esto no es una problemática exclusiva de Argentina. La falta de acceso a testimonios y estadísticas es una constante en los países de la región. A la fecha es evidente una opacidad respecto a los crímenes de Estado. Además de no contar con cifras exactas —y, sobre todo, confiables— es palpable el sesgo en la elaboración de informes.

Por lo general, la orientación sexual e identidad de género no destacan como categorías relevantes. Esto encuentra muchos factores. Por ejemplo, en México, la falta de precisión y transparencia sobre desaparición de personas LGBT+ es una de las muchas consecuencias de no contar con un registro oficial de crímenes de odio.

Primeras observaciones sobre la violencia ejercida contra la población LGBT+ durante la dictadura cívico-militar de Argentina

La violación sistemática a los derechos humanos era un secreto que se sabía a voces y entre todos los sectores. La comunidad LGBT+ no fue la excepción. Sin embargo, el sesgo informativo y analítico se hizo presente desde el principio.

El 20 de septiembre de 1984 —ya en la gestión presidencial de Raúl Alfonsín— la Comisión Nacional sobre la Desaparición de Personas (Conadep) publicó el informe Nunca más. En el capítulo 3 se hace una descripción detallada de las víctimas. Se les separó en 8 grupos: «infancias, mujeres embarazadas, adolescentes, familias, inválidos, lisiados, religiosos, conscriptos, periodistas y gremialistas».

Ni en estadísticas, testimonios u ocupación de los centros clandestinos de detención (CCD) se rescataron hallazgos de la violencia que se cometió contra la población LGBT+ durante la dictadura cívico-militar de Argentina.

Blanco perfecto para gobiernos altamente represivos y conservadores

Entre las líneas memorables del activista y primer presidente de la Comunidad Homosexual Argentina, Carlos Jáuregui, se encuentra una serie de palabras que ayudan a entender la vulneración de las identidades sexodisidentes como columna vertebral de las políticas dictatoriales. El también líder de la primera Marcha del Orgullo en Buenos Aires comentaba:

«Nuestra comunidad, como toda minoría en tiempos dictatoriales, fue víctima privilegiada del régimen».

Así como en otros países de América Central y del Cono Sur, el Gobierno militar de Argentina privilegiaba la —hipócrita— retórica de «la moral y los valores». La existencia de la comunidad LGBT+, además de ser descrita como «perversa y degenerada», era considerada «un intento de sabotaje de los comunistas». La construcción del enemigo interno se legitimó y robusteció durante los 70.

El cuestionamiento del modelo familiar del Fondo Monetario Internacional (FMI) y las diversidades sexogenéricas se catalogaron como parte de una ‘agenda terrorista’. Tiene sentido, pues la familia tradicional —conformada por mamá, papá e hijos heterosexuales— se posicionó como la unidad básica para fortalecer la política del ‘buen ciudadano’. ESTO IMPLICABA SER LGBT+ EN LA DÉCADA DE LOS 70.

Violencia en los cuerpos de élite

Aunque todavía no hay estadísticas concretas, es rastreable la violencia contra la población LGBT+ durante la dictadura cívico-militar de Argentina. La patologización, criminalización y sanción eran explícitas en varios documentos normativos. Uno de ellos era el Código de Justicia Militar (1951). En él se otorgaba la autorización para sancionar la «‘desviación sexual masculina’».

Por supuesto, las relaciones sexuales entre hombres estaban tipificadas como delito. Este cuerpo normativo estuvo entre los ejes rectores de las Fuerzas Armadas. Dentro de los cuerpos de élite se documentaron innumerables abusos en razón de orientación sexual. En nombre del ‘honor militar’ se cometieron agresiones sexuales, abusos de autoridad y casos de prisión preventiva.

Para profundizar en lo que sucedía entre las personas involucradas en las Fuerzas Armadas y los servicios de inteligencia, uno de los libros a los que te puedes acercar es Amorales en dictadura de Ana Cecilia Solari Paz. Encontrarás testimonios, informes y mapas utilizados en los centros clandestinos de detención.

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La policía nunca nos ha cuidado. / Ilustración: Instagram (@dibujamecuir)

¿Qué hay detrás de las, los y les 400?

En el Día Nacional de la Memoria por la Verdad y la Justicia, los colectivos LGBT+ reiteran una cifra: 30 400. Cada año, las y los habitantes de esta latitud de América del Sur plantan árboles para recordar a quienes sus familiares continúan preguntando por su destino y paradero.

¿De dónde surge el 400? Según se ha documentado, la cifra tiene como origen uno de los recuerdos de Carlos Jáuregui. Escuchó decir al activista y rabino Marshall Meyer que la Conadep contabilizó la desaparición de 400 personas sexodisidentes.

A la par de la búsqueda por la precisión estadística, se han tenido otras vías de aproximación. Una de ellas es el libro de Cristian Prieto: Fichadxs, crónicas de amores clandestinos (2015). En él, el narrador ofrece una serie de relatos basados en información de la Dirección de la Inteligencia de la Policía de Buenos Aires (Dipba).

A partir de la historia de un profesor del Departamento de Historia y Geografía (Martínez), un revolucionario (John) y La Rami nos enteramos de que la violencia hacia las personas LGBT+ en la dictadura cívico-miltar de Argentina se manifestaba a través de despidos injustificados, exilio, edictos policiales, desaparición y homicidio. ASÍ VIVIERON LAS DICTADURAS LATINOAMERICANAS LAS PERSONAS LGBT+.

También desde la literatura, el poeta, sociólogo y periodista Néstor Perlongher —a quien le gustaba presentarse como “La Rosa” en honor a Rosa Luxemburgo— compartió su mirada en “Cadáveres”.

Al leer cada uno de los versos desmenuzamos los elementos de la política de un Estado violento, crudo y atroz: mito de urbanización para disfrazar el empobrecimiento de sectores históricamente vulnerados, presencia y amenaza del ejército en las calles, heterosexualidad y cisexismo como las máximas sexuales del gobierno y represión. Por eso se habla de Perlongher como un exponente de «la política y poética del cuerpo desterritorializado».

Organización y resistencia contra la violencia hacia personas LGBT+ en la dictadura de Argentina

A la par de los puntos álgidos del Proceso de Reorganización Nacional, los sectores LGBT+ se reunían ‘clandestinamente’ para discutir los planteamientos de la revista SOMOS. Esta fue la primera publicación LGBT+ en Latinoamérica. De aquí la relevancia del Frente de Liberación Homosexual como bisagra de la desobediencia sexual.

Como antecedente a estas organizaciones encontramos a Nuestro Mundo, primer grupo LGBT+ latinoamericano que se formó a finales de los 60. Una de las cosas que no podemos perder de vista es que en los periodos dictatoriales fue evidente una articulación entre distintos movimientos y causas sociales. AQUÍ PUEDES LEER SOBRE LA HISTORIA DEL ACTIVISMO LGBT+ LATINOAMERICANO.

En la dictadura cívico-militar de Argentina, una de las estrategias que tuvo la población LGBT+ para combatir a la violencia fue su acción conjunta con los sectores de izquierda. El Frente de Liberación Homosexual trabajó de la mano con el Partido Socialista de los Trabajadores (PST) y la Juventud Peronista.

Feminismos y lucha LGBT+

Asimismo, se insistió en que no podía haber una separación entre los feminismos y las diversidades sexogenéricas. Por ello, las y los integrantes rescataron los ideales de la Unión Feminista Argentina (UFA) y el Movimiento de Liberación Femenina (MLF), organizaciones disueltas después del golpe de 1976.

A su vez, las y los activistas encontraron funcionales algunas de las acciones propuestas desde iniciativas internacionales como el Frente de Acción Revolucionaria (FAHR) francés y el Frente Unitario Homosexual Revolucionario Italiano (Fuhri). En cuanto a la resistencia lésbica, la escritora y activista Valeria Flores llevó a cabo la investigación El sótano de San Telmo. En ella se aborda con detalle el funcionamiento del espacio liderado por Marta Ferro, trotskista y referente de la lucha de las lesbianas en los años 70.

Si te interesa saber más sobre este episodio de la historia Argentina, te dejamos el documental del cineasta cordobés Daniel Tortasa: Los maricones.

En caso de que ya lo hayas visto, otra de las fuentes a las que puedes recurrir es la compilación de Luciana Victoria Almada y Cristian Prieto: Memorias invertidas: ¿Qué pasó con les desaparecides LGBTIQ+? Para entrar al cuadernillo, escanea el código de la imagen a continuación:

memorias invertidas
Accede a la cámara de tu celular y colócala encima del código QR. Te dirigirá a una pestaña con el material. / Ilustración: Instagram (@dibujamecuir)

Ni perdón ni olvido

Sea en el Día Nacional de la Memoria por la Verdad y la Justicia o cualquier otra fecha, desde distintas partes de Latinoamérica, nos hermanamos con las Madres y Abuelas de la Plaza de Mayo, las mujeres que son sobrevivientes de la violencia sexual ejercida por el Estado y los hombres de la diversidad que siguen exigiendo justicia para sus parejas. Nunca más.

¿Qué otra cosa te gustaría saber sobre lo que sucedió con la población LGBT+ durante la dictadura cívico-militar de Argentina? Te leemos en los comentarios.

Con información de Fichadxs, crónicas de amores clandestinos (2015), Amorales en dictadura, Informe Nunca más, Revista Digital de la Escuela de Historia, Universidad Nacional del Rosario (No. 27, 2019), Cuadernos de Literatura (No.38, 2015), Revista Interdisciplina (No. 11, 2017) y El Destape

Ana Flores
Ana Flores
she/her/they/ellæ. Escribo sobre diversidad sexual, justicia reproductiva y movimientos sociales.

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