lunes, diciembre 9, 2024

Chacales: Quiénes son, de dónde viene término y discusión

En las últimas décadas, la reivindicación a partir del lenguaje ha sido labor de gran parte del colectivo LGBT+ con términos como ‘chacales’. Sin embargo, la discusión todavía se puede tornar un tanto pantanosa.

Términos como ‘chacales’ o ‘mayates’ llevan mucho tiempo en el argot LGBT+, pero algunas personas no saben a quiénes se refieren y tampoco están al tanto del debate que se genera respecto a su uso y significado.

Si aún tienes cuenta en Facebook, es muy probable que hayas visto memes de Belinda y Martha Higareda en su papel de Renata (Amarte duele). La circulación de estos materiales gráficos reactivó discusiones sobre si referirnos a algunos hombres como chacales es racista y clasista. Te compartimos algunos datos que abonan al tema en boga.

Primero que nada, ¿de dónde viene este término?

En más de una ocasión hemos criticado y cuestionado la postura de la Real Academia Española (y de sus conservadores ‘defensores’) respecto al lenguaje. Sin embargo, esta vez recurriremos a ella para tener clara la definición ‘oficial’/’formal’ de chacal:

«Mamífero carnívoro de la familia de los cánidos, carroñeros y costumbres gregarias; de un tamaño medio entre el lobo y la zorra, parecido al primero en la forma y el color. Y a la segunda en la disposición de la cola. Vive en las regiones templadas de Asia y África».

‘Chacal’ es una palabra polisémica. Además de la especie descrita con anterioridad, tiene un lugar en el diccionario gastronómico:

«Preparación hecha con elotes o sus granos cocidos sin sal y secados al sol. Es una técnica de preservación de origen tarahumara».

En estados como Zacatecas, Michoacán, Coahuila y Durango los chacales se conocen como chacuales, chicales y chuales.

¿Y entonces qué tienen que ver los chacales con algunas personas LGBT+ (sobre todo hombres gay)?

Se suele creer que el origen y significado de quiénes son los chacales corresponden al cronista Carlos Monsiváis. No obstante, el concepto para referirse a lo que llamó «sensualidad proletaria» apareció años antes.

En 1929, la revista Cemento contó con un número firmado por Guillermo González Camarena, a quien se le atribuye la transmisión televisiva a color. La portada mostraba a un hombre que, con músculos marcados en una espalda morena, manipulaba una pala.

La imagen suscitó cierta lascivia gay; la cual encontró como salida lingüística la palabra ‘chacal’. Así como recupera Sergio Galaz-García (especialista en Sociología de la Cultura), referirse a algunos hombres como chacales responde a ligarlos con «el estigma de la clase social: entre más pobre, más varonil».

quiénes son los chacales significado historia cemento 1929
Portada de la revista ‘Cemento’ (1929) / Imagen: Arquine

¿Quiénes son los chacales?

Una de las primeras definiciones de quiénes son los chacales se encontró en el primer número de Del otro lado, «revista gay de México y América Latina». En su reportaje, el periodista Rodolfo N. Morales S. presentó a estos hombres como «príncipes de la fauna urbana». Para una descripción más detallada, escribió que un chacal es:

«Aquel hombre con características netamente masculinas, sin llegar a la preocupación por el modelito ni a la sobrecarga de masculinidad como en el caso de los leather».

La investigación de Morales tomó lugar en el entonces Distrito Federal. Una de las primeras acotaciones fue que los chacales capitalinos eran de «una amplia gama de tipos raciales y variedades».

¿Qué los caracteriza?

Entre sus gustos, según documentó, preferían «los jeans, camisas sport y playeras de algodón y poliéster» en «tonos oscuros», nunca «en pastel y blancos». Los chacales de los 90 declararon una evidente renuncia a usar calcetines blancos. AQUÍ TE CONTAMOS LA HISTORIA DE LA REVISTA GAY DEL OTRO LADO.

Respecto a las características demográficas, el periodista reportó que la mayoría (40%) tenía entre 29 y 34 años. De ahí, el segundo grupo etario más numeroso estaba entre los 25 y 29.

Al estar focalizada en la capital, la mayoría eran originarios del D.F. Pero también había chacales que nacieron en Veracruz, Guanajuato, Chihuahua, Jalisco, Campeche, Sinaloa, Michoacán y Guerrero.

El 80% de ellos eran solteros. Pero el 100% reportó tener una vida sexualmente activa. Conforme al análisis de datos, Rodolfo N. Morales supo que:

«El origen social era primordialmente medio bajo. Y la escolaridad se encontraba entre secundaria y primeros años de universidad».

En cuanto a su ocupación, el 28% tenía empleo en el sector público o privado; 12% era estudiante y 8% «pintores de brocha gorda». También había chacales soldados, taqueros, choferes, gaseros y policías.

¿Qué se ha dicho de los chacales desde el periodismo?

Previo al reportaje de Rodolfo N. Morales S. sobre quiénes eran los chacales del Distrito Federal, en 1990 Carlos Monsiváis escribió al respecto. Recopilado en la hemeroteca de Debate Feminista y, posteriormente, en la colección popular titulada Que se abra esa puerta (2010), en uno de sus textos se leyó:

«En la jerga de los entendidos, el chacal es el joven proletario de aspecto indígena o recién mestizo, ya descrito históricamente como Raza de Bronce y rebautizado por la onomatopeya del sarcasmo. El chacal es la sensualidad proletaria, el gesto que los expertos en complacencias no descifran, el cuerpo que proviene del gimnasio de la vida, del trabajo duro, de las polvaredas del futbol amateur o llanero, de las caminatas exhaustivas, del correr por horas entonando gritos bélicos […] De ningún modo el prostituido, en modo alguno el inaccesible».

Décadas después, el novelista, ensayista y ganador del Premio Nacional de Poesía Joven Francisco Cervantes, Óscar David López, volvió a traer a la mesa la explicación de quiénes son los chacales.

En una de sus columnas publicadas por Vice en 2014 rescató que uno de sus amigos tenía la concepción de que los chacales complacían sexualmente de manera gratis. Desde la visión del también amante de la fotografía:

«La palabra ‘chacal’ es usada para denominar una especie particular de varones (generalmente jóvenes) que, siguiendo un riguroso control de los prototipos gestuales y discursivos de la masculinidad exacerbada, casi siempre de clase baja o media baja, viven a diario demostrando que son hombres como lo que la sociedad machista espera que signifique el concepto de ‘hombre’. Gustan de los deportes. Sobre todo del futbol o de las pesas. Cultivan la virilidad como un tesoro sagrado. Son el objeto de deseo de los homosexuales que desean a un igual de varonil, que no levante sospechas, o de los que quieren un macho del tipo verdugo».

En dicha entrega de “Gracias por su preferencia sexual”, Óscar David López también mencionó:

«El chacal, independientemente de su rol en la cama, representa en el imaginario del deseoso al activo, al que penetra, al que somete, al que dice lo que hará el otro».

La discusión de fondo

A lo largo de la columna, el joven escritor replicó las palabras ‘racismo’ y ‘clasismo’ al explicar quiénes son los chacales. Al final, da a entender cómo los sistemas de dominación, a través de sus diferentes canales, buscan el entrecruce de dichas prácticas con el deseo. MIRA LO QUE NOS DIJO PEPE AGUILAR, DIRECTOR DE RACISMO MX, SOBRE LA PALABRA ‘CHACAL’.

La premisa no solo tiene lugar en su perspectiva. Sharon Patricia Holland escribió un libro al respecto: The Erotic Life of Racism (2012). Con el paso de los años, la discusión se ha teñido de muchos matices (y, digámoslo, algunos de ellos son meras trampas para seguir justificando nuestras violencias).

Pero ahora el debate se complejiza con una de las batallas que ha encabezado la población sexodiversa: la reapropiación lingüística. En entrevista con Homosensual, el director de la asociación Racismo MX, Pepe Aguilar, comentó que algunos hombres (no todos gay o con una sexualidad no hegemónica) empujan y defienden una identidad alrededor:

«Ya no toman la palabra ‘chacal’ como un insulto racista, sino como una confirmación de su masculinidad y a la vez de su poder de atracción. Pasaron de ser objetos que alguien más elegía, por aquellos que deciden con quién estar».

Otras visiones sobre la palabra ‘chacal’

No obstante, el ilustrador gay Mario Mucho González ha expresado su opinión en una dirección opuesta. Este artista, que describe su trabajo como «ilustración marika desculonizada» y su arte se aleja de la belleza hegemónica, colonizada y falocentrista, subió un video a TikTok en el que compartió por qué considera que debemos dejar de decir ‘chacal’. MIRA NUESTRA CONVERSACIÓN CON MARIO MUCHO.

Ahí explica que:

«La marginalización de los cuerpos no se debe romantizar porque no existimos para ser fetichizados, no resistimos y supervivimos para satisfacer el ojo de los privilegiados […] No somos antojitos mexicanos para consumir. Tampoco un animal carroñero».

Y finaliza el video con un poderoso mensaje acerca de la colonización y la homonorma:

«La concepción de ‘chacal’ se basa en la homonorma, cargada de estigma de clase. Dejemos de pensar que la masculinidad forzada es inofensiva».

@mariomucho Dejemos de decir chaca. #arte #pintura #gay #chacal #cdmx ♬ sonido original – Mario Mucho

¿Estabas al tanto de este debate? ¿Cuál es tu opinión?

Con información de RAE, Larousse Cocina, Arquine, Que se abra esa puerta (2010), Reversos y Vice

Ana Flores
Ana Flores
she/her/they/ellæ. Escribo sobre diversidad sexual, justicia reproductiva y movimientos sociales.

Artículos Relacionados

Lo más reciente