En uno de los lugares donde la comunidad LGBT+ está más invisibilizada, la colectiva Chuvajetik representa a las disidencias sexuales a través del arte.
Si en San Cristóbal de las Casas, Chiapas, la comunidad LGBT+ tiene visibilidad, es en gran parte gracias a la colectiva Chuvajetik. Los murales alusivos a la diversidad sexual que pueden observarse en esa localidad del sur del país son obra de esta organización que se define como una agrupación «de maricas y lesbianas».
Comunidad en resistencia
San Cristóbal de las Casas es uno de los lugares más turísticos de Chiapas. Sin embargo, está lejos de ser gay-friendly.
Erick Melo, integrante de la colectiva Chuvajetik, dijo en entrevista con AJ+ que en este pueblo mágico «ser visible sí te cuesta miramientos, te cuesta señalamientos». De acuerdo con el citado medio, tan solo en 2020 se cometieron 5 transfeminicidios en Chiapas.
La zona donde la colectiva realiza su activismo cuenta también con presencia del Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN). En ese sentido, otro de sus miembros, Magno Morales, describió a la comunidad como «un lugar que se encuentra en resistencia»:
«Es un lugar donde se construye tanta disidencia política y tanta incidencia política que eso terminó acuerpando a nuestras propias formas de demandar».
Locura, lucha y arte
Chuvajetik, nombre de la colectiva, es la palabra que se usa en tzotzil para referirse a la locura. Pero la lucha de esta organización más bien se da a través del arte.
La colectiva surgió en 2017 con el objetivo de denunciar las violaciones a los derechos humanos de las personas LGBT+. Desde su nacimiento, la organización busca erradicar conductas LGBTfóbicas a través de acciones educativas y de incidencia política.
En un principio, la colectiva Chuvajetik incursionó en las producciones radiofónicas y realizó marchas para visibilizar los transfeminicidios y los crímenes de odio. Pero poco a poco fue diversificando su activismo.
Actualmente ofrece ciclos de cine, prácticas de vogue y talleres de maquillaje drag. Pero su principal proyecto se llama ‘Murales por la disidencia’. En 2020, la organización comenzó a realizar arte queer en espacios públicos para visibilizar a las disidencias sexuales y evitar que las víctimas de crímenes de odio queden en el olvido.