Así se ve la lesbofobia entre las lesbianas

La lesbofobia también existe entre las lesbianas, en esta nota te contamos qué es, cómo se ve y las formas para combatirla.

La lesbofobia es un grave problema que afecta a las lesbianas y mujeres que aman a otras mujeres. Lo peor es que no solo la ejercen otras personas hacia nosotras, sino incluso las lesbianas pueden hacerlo hacia ellas mismas. Por eso hoy vamos a contarte qué es, cómo identificarla y, lo más importante, cómo dejar de repetirla. Así que toda tu atención aquí.

¿Qué es la lesbofobia?

El Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación (Conapred) define a la lesbofobia como el

«Rechazo, discriminación, invisibilización, burlas y otras formas de violencia basadas en prejuicios, estereotipos y estigmas hacia las mujeres lesbianas».

Se diferencia de la homofobia porque las formas de violencia y opresión son muy específicas en función del componente de género. Por ejemplo, con los casos de violaciones correctivas a las mujeres lesbianas cuyas familias intentan ‘modificar’ su orientación sexual, algo imposible de hacer. De hecho, a los homicidios de mujeres lesbianas, aunque aún no estén tipificados como tal, se les llaman lesbofeminicidios.

A diferencia de la discriminación por homofobia, la lesbofobia discrimina doblemente a las lesbianas: por mujeres (discriminación sexista) y por ser homosexuales (discriminación homofóbicas).

lesbofobia ilustración
La lesbofobia es una práctica que violenta, discrimina e invisibiliza a las lesbianas. / Ilustración: @marmaremoto

El origen de este tipo de discriminación radica en que las lesbianas rompen el modelo tradicional del patriarcado al ser mujeres y al ser sexualmente independientes de los varones. Te preguntarás entonces cómo es que una lesbiana puede ser lesbófoba o cómo es que existe la lesbofobia entre las lesbianas. Y eso es justo lo que te vamos a contar.

Actitudes y posturas de lesbofobia interiorizada

La lesbofobia tiene un alto componente machista y, desafortunadamente, las mujeres no estamos exentas de repetir esos machismos. Al contrario, es muy frecuente que las mujeres también tengamos actitudes y conductas machistas aprendidas. El problema es que estas actitudes son violentas con nosotras mismas y con las demás mujeres con las que nos relacionamos. CHECA ESTAS ALGUNAS ACTITUDES MACHISTAS QUE TIENEN ALGUNAS LESBIANAS.

¿Qué sucede entonces? Que sin darnos cuenta caemos en la autodiscriminación. Algunos ejemplos de esto son los siguientes:

La negación de tu orientación sexual

Que de entrada —por los motivos que sean— rechaces que eres lesbiana es la forma más elemental de autodiscriminación. Puedes llevarla a cabo de muchas formas: inventando comportamientos heterosexuales, haciendo chistes homo o lesbofóbicos, etc.

Rechazo a las lesbianas tomboy

Otro ejemplo de lesbofobia es el rechazo tajante a las lesbianas tomboy o que se expresan de forma muy masculina.

Desvalorización de las lesbianas femeninas

Del lado contrario, están las que desvalorizan a las lesbianas femeninas. Quienes tienen el prejuicio de que una mujer lesbiana debe ser masculina, consideran como menos o ‘inexistentes’ a las lesbianas femeninas. Entonces escuchamos comentarios como «seguro ni es lesbiana» o «ha de ser pasiva».

Los roles sexuales como patrón de jerarquía

En relación con lo anterior, está la tan frecuente jerarquización de las lesbianas según su rol sexual. Quién sabe cómo o por qué, pero hay lesbianas que por ser activas creen tener un mayor ‘estatus’ de lesbianismo o autoridad que una lesbiana con rol sexual pasivo.

Cosificación e hipersexualización de otras mujeres

Tampoco es raro encontrar lesbianas expresándose de otras mujeres como si fueran objetos. Hablan de las chicas con las que han estado como si fueran conquistas o trofeos, comparten nudes e información privada o acosan a otras mujeres. TE DEMOSTRAMOS QUE EL ACOSO ENTRE LESBIANAS EXISTE Y POR QUÉ HAY QUE PONERLE FIN.

Rivalidad entre lesbianas

Otro ejemplo de machismo y lesbofobia interiorizada es la rivalidad tan frecuente entre las lesbianas. En vez de mantener ambientes de sororidad y solidaridad, se crea una atmósfera tóxica donde una habla mal de otra, se crean chismes e incluso se promueven acosos selectivos. Por ejemplo, cuando juntas a todo tu séquito para tirarle odio en redes sociales a esa lesbiana que te cae mal.

Violencia

Y, por supuesto, una de las más graves expresiones de lesbofobia es la violencia, tanto física como emocional. Ejemplos de esto pueden ser que una persona te reste méritos, todo el tiempo te señale tus fallas de una forma no constructiva, actitudes posesivas, celos y, por supuesto, golpes.

¿Qué puedo hacer para evitar la lesbofobia?

¿Ya vieron cómo sí es bastante frecuente la lesbofobia, chiquilinas? Y muy probablemente todas hayamos tenido alguna de estas actitudes en algún momento de nuestras lésbicas vidas. De cierta forma, es esperable porque es lo que aprendemos de la sociedad machista y heteropatriarcal en la que vivimos. Pero eso no es pretexto para no hacernos conscientes y dejar de hacerlo. Y todas tenemos la obligación de cancelarnos esta toxicidad.

¿Cómo podemos hacerlo? En primer lugar, reconociendo el machismo que vive en ti. No, no es nada bonito darte cuenta de que sí, puedes ser mujer y aun así tener actitudes machistas y lesbófobas. Pero lo importante es que tomes conciencia de ello y decidas dejar de repetir justo esas actitudes machistas y lesbófobas. Así que el primer paso es reconocer y admitir el problema.

¿Cómo sanar tu lesbofobia?

Una vez que ya admitiste que sí, has caído en la lesbofobia, empieza a dejar de reafirmar actitudes lesbófobas. En la sección anterior te dimos bastantes ejemplos de lesbofobia. Así que, si varios te checaron, podrías empezar a trabajar por ahí.

Otra sugerencia es que te rodees de mujeres fuertes y conscientes, críticas con los estereotipos y roles de género. Estas mujeres te ayudarán a darte cuenta de cuándo estás cayendo en actitudes machistas y lesbófobas, y te será más fácil evitarlas. Y aunque a muchas personas les hace ruido, la terapia también está siempre ahí para ti.

Opciones hay muchas, mijita, y pretextos pocos. Por eso esperamos de todo corazoncito que tomes en cuenta esta nota. Que la analices, que te analices a ti misma, tus relaciones con otras mujeres y que busques ser siempre igualitaria y respetuosa en ellas y contigo. La lesbofobia sigue estando a la orden del día fuera de la comunidad LGBT+, no la promovamos también entre nosotras.

Toma conciencia y transmite el mensaje: ¡no más lesbofobia!

Majo
Majo
Bióloga de formación, lesbiana de vocación. Nadadora, feminista, viajera incansable, y vegetariana desde antes que se pusiera de moda. Amante de los libros, Madonna, las pelis de Disney y la leche de almendras. Escribo en lo que llega mi carta de Hogwarts.