Alondra no sabe nada de su novia Vero desde el 7 de abril de 2021, día en que presuntamente fue internada por su familia en un ‘centro de rehabilitación’ debido a su orientación sexual.
A través de su cuenta de Twitter, Alondra Zamudio, una joven originaria de Arandas, Jalisco, denunció que su novia Verónica Fonseca fue internada a la fuerza en un ‘centro de rehabilitación’. De acuerdo con Alondra, el principal motivo por el que la familia de Vero habría tomado la decisión de internarla es por tener novia.
La joven también aseguró que anteriormente la madre de Vero llegó a golpearla «por el hecho de andar con una mujer». CONOCE LOS DERECHOS DE LAS PERSONAS LGBT+ EN MÉXICO.
La historia de Vero
A través de su cuenta de Twitter, Alondra contó la historia de cómo su novia terminó en el ‘centro de rehabilitación’. Asimismo, pidió ayuda para rescatarla del lugar ubicado en Guadalajara, donde aparentemente está detenida en contra de su voluntad.
Los problemas para Vero comenzaron con el fallecimiento de su padre. El 23 de marzo de 2021, la joven viajó a la casa de su abuela en Colima para acudir al novenario. Sin embargo, una vez allí fue diagnosticada con varicela, por lo que se quedó en el domicilio al cuidado de su madre, Verónica Díaz, su prima, Amalia Magaña, y su abuela Candelaria.
Antes de ser internada en el ‘centro de rehabilitación’, la novia de Alondra contó que su mamá estaba ejerciendo presión emocional sobre ella. La responsabilizaba por la muerte de su padre y la rechazaba por tener a una mujer como pareja. Según relató Alondra en su hilo de Twitter, la mamá de Vero incluso llegó a violentar a su hija:
«Desde que Vero confío en abrirse con su mamá ha sido un constante no entenderla y hacer su vida imposible. Tal es el grado que su mamá la ha llegado a correr de su casa solo por la diferencia de ideas y, por el hecho de que ande con una mujer, la llegó a golpear. Todo el año que tenemos de relación ha estado en eterna discusión con su madre por este tema».
Internada a la fuerza
Alondra asegura que antes de ser internada en el ‘centro de rehabilitación’, su novia le envió mensajes contándole que se sentía mal por el hostigamiento que recibía por parte de su familia. Vero incluso habló con su madre sobre la posibilidad de irse a Arandas con Alondra. La madre de Vero supuestamente accedió. Sin embargo, Alondra no volvió a saber de ella. A partir de las 13:30 horas del 7 de abril de 2021, Vero dejó de contestar los mensajes.
De acuerdo con Alondra, gente cercana a la familia de Vero se enteró de que la mamá de la joven contrató a una ‘psicóloga’ para darle ‘terapia’. La supuesta ‘psicóloga’ llegó a la casa de la familia de Vero junto con otras tres personas a bordo de un automóvil negro en el que se habrían llevado a la joven:
«Lo único que sabemos es que la mamá de Vero INCONSCIENTEMENTE contrató a alguien para que a la fuerza se llevara a su hija en ese carro negro con personas que se veían de dudosa procedencia. Lo primero que hizo fue incomunicarla, quitándole el celular. Al parecer se la llevaron a un centro de rehabilitación o algo sumamente parecido, religioso. Pero no son capaces de darnos el paradero».
Finalmente, Alondra detalló que el lugar donde Vero está retenida se ubica en Guadalajara. Según la joven, su pareja no consume drogas. Por ello, dice estar segura de que el motivo por el que internaron a Vero es el hecho de que tiene novia. CONOCE EL CASO DE FEDERICO GÓMEZ, EL JOVEN VÍCTIMA DE UNA ‘TERAPIA DE CONVERSIÓN’.
Nada que curar
Los motivos y las circunstancias en que la novia de Alondra fue internada en el ‘centro de rehabilitación’ asemejan los de las llamadas ‘terapias de conversión’. Este tipo de prácticas —también conocidas como Esfuerzos para Corregir la Orientación Sexual e Identidad de Género (Ecosig)— suelen violar los derechos humanos de quienes las reciben. Incluyen acciones como encierros, ‘violaciones correctivas’ o torturas disfrazadas como terapias psicológicas o retiros religiosos.
Actualmente, en México, dos entidades prohíben la impartición de ‘terapias de conversión’. Se tratan de CDMX y Edomex. En ambas entidades, quien imparta este tipo de prácticas puede recibir entre uno y tres años de prisión. Además, las penas pueden aumentar un 50% si la víctima es menor de edad, presenta alguna discapacidad o tiene una relación de subordinación con su victimario.
